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阿尔多萨酒馆 Bodega de la Ardosa. El primer grifo de Guinness de Madrid | #AntiguosCafésdeMadrid

Soy Victor Manuel Díaz Frey, gerente de Bodega de la Ardosa,
que está situada en la calle Colón,
en la zona de Malasaña, en Madrid.

La bodega de la Ardosa es fundada en 1892 por Rafael Fernández,
que es el patriarca, digamos, de una familia vinícola de Toledo que elabora sus vinos en una comarca que se llama La Ardosa.

Entonces ellos abren en Madrid 20, 30 despachos para la venta de su propia producción vinícola.

Después, la tercera generación de esta familia vendió los despachos de vinos y uno de ellos pasó a manos de Gregorio Monje y de Conchita Martín,
que son los padres del actual propietario de la bodega,
que es Ángel Monje.

Ángel Monje Martín.

Gregorio era un empleado de una carnicería que estaba justo aquí al lado,
que se llamaba Carnicería Bolonia, y decidió lanzarse al mundo de la hostelería y cogió este local en alquiler.

En principio se lo alquiló a una tercera persona, pero no funcionó.

Y entonces él decidió dejar su trabajo de carnicero y dedicarse a vender los vinos y los vermús que tenemos en la bodega.

De la mano de Ángel Monje, que es su hijo y el actual propietario de la bodega,
deciden apostar por trabajar cervezas de importación.

En ese momento, en España, eso era una innovación.

De hecho, la Bodega de la Ardosa es el primer grifo Guinness que se montó, al menos en Madrid.

Y sí, somos los primeros importadores de Pilsen Urquell la cerveza checa.

Conchita fue una visionaria dentro de la cocina,
porque ya por aquellos años decidió hacer las alcachofas,
que actualmente es uno de los platos con más éxito de la bodega y que ella decidió con confitarlas y terminarlas a la parrilla,
con un poquito de sal Maldon.

Y desde ese día se convirtieron en un plato estrella de la bodega.

Pero el número uno, sin duda ninguna, es la tortilla de patata.

La receta de la tortilla que hizo Conchita es muy sencilla.

Son los ingredientes básicos que podemos tener todos en nuestra casa,
que es patata agria con un buen aceite,
cebolla, huevo, pero sobre todo muchísimo cariño.

En la Bodega de la Ardosa, hoy en día,
podemos seguir viendo detalles que permanecen desde su fundación en 1892.

Sí es verdad que la familia Monje cuidó muchísimo, no modificar nada y guardar la estética.

Siguiendo, por ejemplo, tienes el mostrador,
que es un frente de madera tallada,
paneles de azulejos que aparecieron al picar las paredes y estaban detrás de los yesos y se han recuperado.

Bastante mobiliario, los frisos de madera...
Es un poco un local que sigue manteniendo esa esencia.

De hecho, está protegido.

Tenemos varias estanterías expositoras donde guardamos bastantes botellas centenarias.

Nos contamos con varias botellas de vino centenarias, de algún brandy, algún espirituoso de la época.

Aquí ya viene gente a hacerse fotografías con las botellas de fondo.

Pero el dato más curioso es una botella que estuvo,
una botella de cerveza Bass, que estuvo en la boda de Lady Di y el anterior Príncipe Carlos, ahora Rey,
que un periodista le trajo del banquete de la boda a Gregorio y Gregorio al cabo de los años se lo donó al museo de cerveza Bass,
a cambio de un viaje para él y su esposa al Museo.

Pues aquí en la bodega contamos con unas barricas que son de la época también,
donde se guardaban los vinos que se servían por la propia gravedad del líquido,
porque antiguamente no existía el gas carbónico.

Estos vinos previamente, en su época,
en aquellos momentos se almacenaban en unas cuevas,
unas tinajas mucho más grandes que estaban en las cuevas de los locales.

Una de las curiosidades que podemos tener en esta bodega es el concurso de bebedores de cerveza de Guinness,
que se hacía antiguamente hasta el año 1990,
donde se prohibió porque era un poco incitar al consumo de alcohol y en ese momento pues no estaba bien visto.

Se trataba de quién bebía más cerveza Guinness en la menor cantidad de tiempo.

De hecho, tenemos un cuadro en la bodega,
expuesto, donde aparecen los nombres de los concursantes,
la nacionalidad, las pintas que se bebieron en su momento y el tiempo que tardaron para beber a esas pintas.

La verdad que ha habido algunos valientes Algunos de ellos siguen viniendo por aquí a beber si Guinness de vez en cuando.

La Bodega de la Ardosa también ha sido un centro de reunión de muchos personajes.

Escritores, algunos actores, actrices,
grandes cocineros, como por ejemplo Arzak,
Ferran Adrià, José Andrés, Frank Sinatra...

Frank Sinatra, en la época en que estaba con Ava Gardner, venía a la bodega.

Porque él era amigo de Gregorio, de Gregorio Monje,
y él venía, se sentaba en un rincón de la barra y Gregorio le acompañaba allí.

Se tomaban su whisky.

Gregorio chapurrea el inglés y Frank Sinatra chapurreaba un poquito de español.

Y entre whisky, whisky se echaban sus risas y se lo pasaban fantásticamente.

La fachada de la bodega conserva los letreros,
que son unos cristales decorados con pan de oro y las pinturas que utilizasen en su época.

Y además, la fachada está pintada en rojo,
porque era característico en aquella época,
que los despachos de vino se pintaran en color rojo,
porque la gente que no sabía leer sabía,
al ver ese color, identificarlo con la venta de vinos.

La fachada es una fachada protegida y es una de las más fotografiadas de Malasaña, seguro,
y de España, yo creo que también.

Muchísimas gracias por venir a nuestra casa Antiguos Cafés de Madrid.

Y nada, deciros que esta es vuestra casa, la de todo el público,
y que abrimos todos los días y estamos a vuestra disposición con todo el cariño del mundo.