西语助手
2025-12-14
Península de Yucatán.
Aquí, la naturaleza y el legado de la antigua civilización Maya se adueñan de la geografía.
Al norte de la Península sobre las costas del Golfo de México,
se encuentra la reserva de la biósfera Ría Lagartos,
un paraíso de manglares y selva en el que confluyen las aguas del Golfo de México y el mar del Caribe.
Este intrincado sistema de canales en los que abunda la vegetación acuática,
es uno de los hogares predilectos del flamingo rosado,
al que los mayas de la región llamaban Meco.
Llegan hasta aquí en verano para anidar al único huevo que pone cada año.
De Enero a Marzo, estas aves delicadas tienden una emboscada a los millones de crías de peces que habitan la ría.
El intenso color de sus plumas, por el que se le considera el flamingo más rosado del mundo,
se debe precisamente a las algas y a los pequeños crustáceos de los que se alimenta.
Pero se cree también que una de las razones es un aceite que produce él mismo y con el que se unta las plumas para impermeabilizarlas.
Los flamingos son capaces de levantar vuelo rápidamente y volar grandes distancias a velocidades que van hasta los 56 kilómetros por hora.
Debido al clima y a la variedad de la vegetación sumergida,
Ría Lagartos es la principal zona de anidación de estas aves en México,
junto con Ría Celestún, una reserva especial de la biósfera conformada por un estero,
ríos, manglares y selva.
Los flamingos aterrizan hambrientos luego de recorrer los 246 kilómetros que separan una ría de la otra.
Al ser aves que no flotan, llegan aquí entre los meses de Diciembre y Febrero,
cuando la marea de la ría es baja y pueden alimentarse fácilmente.
Están tranquilos, ninguna otra especie los acecha.
La poca variedad de fauna acuática y la alta salinidad del agua no son un buen hábitat para posibles depredadores carnívoros.
El agua tiene un llamativo color marrón debido a la descomposición de las raíces del mangle,
un árbol que suele crecer en ambientes salinos.
El fenómeno produce un intenso olor a azufre, pero también un curioso efecto visual.
Muy cerca de Ría Lagartos, una laguna parece adoptar por completo el color de las aves:
la laguna rosada.
Su color llamativo se debe a una combinación de sal y microorganismos celulares de membranas rojizas que son propios de estas aguas.
El contraste entre el azul del mar y el rosa de la laguna es uno de los espectáculos más fascinantes de esta región,
que se dedica a la pesca y a la industria salinera.
La sal es una de las grandes riquezas de la península.
Los mayas que habitaron esta región hace más de mil años ya lo sabían y la utilizaron tanto para preservar los alimentos como moneda de cambio.
Más de mil sitios arqueológicos dan cuenta de la presencia de la más brillante de las sociedades antiguas del continente americano en el actual estado de Campeche.
La arquitectura de esas construcciones refleja también sus creencias religiosas como sus conocimientos astronómicos.
A orillas del mar Caribe, en la porción más alta de la costa oriental,
la muralla de la ciudad de Tulum protege los restos de lo que fue un importante centro comercial y religioso de los mayas.
Tulum es la primera ciudad de esta antigua civilización que reportaron haber visto los españoles en el siglo XVI.
Antes de darle ese nombre, que significa muralla,
los nativos la llamaban zamá, que designa mañana o amanecer.
Desde lo alto de esta muralla, que se extiende unos 450 metros de norte a sur,
los restos de el castillo aún podrían servir como faro para las embarcaciones,
que debían sortear parte de la segunda barrera coralina más grande del mundo.
El faro era una guía visible para los navegantes,
pero los mayas también creían que desde aquí se abre un camino invisible que pasa por debajo del mar,
por donde circulan mercancías, monedas y pueblos lejanos.
A una hora de viaje de Mérida, la capital del estado de Yucatán,
Uxmal fue una de las principales ciudades de los mayas del norte.
Entre la bruma del amanecer, la pirámide del adivino anuncia el ingreso a la rica cosmogonía de esta antigua civilización prehispánica.
La pirámide representa los trece niveles del cielo en que creían los mayas.
Está diseñada de tal modo que su escalinata está orientada hacia la puesta del sol en el solsticio de verano.
Entre los edificios distribuidos a lo largo de 2 kilómetros,
el cuadrángulo de las monjas exhibe como un catálogo el arte que los mayas esculpían en piedra.
Aquí puede verse una de las facetas más importantes de la antigua civilización,
su adoración a Chaac, el dios de la lluvia.
La nariz como trompa y los ojos en espiral de esta importante deidad son un sello que se extiende a los muros de toda la ciudadela.
A diferencia de la mayoría de las ciudades prehispánicas,
Uxmal no parece seguir un orden geométrico.
Sus edificios, adaptados a la ondulante topografía del lugar,
están orientados de acuerdo a fenómenos astronómicos.
A una hora en automóvil de la famosa Playa del Carmen,
rodeada de manglares y selva, una mancha azul intensa parece confirmar la teoría maya del paso entre los mundos.
Las aguas bajas de la laguna de Kaan Luum no anuncian la presencia de este cenote abrupto que desciende 82 metros hacia las profundidades de la tierra.
Los cenotes son el sello de la topografía de la península de Yucatán,
perforada por más de 7000 pozos de agua que la persistencia de lluvias y ríos subterráneos viene cavando desde hace millones de años.
Casi 200 kilómetros al sur de Kaan Luum,
otro cenote se sumerge en el mundo subterráneo de la península,
pero esta vez a orillas de una laguna.
El cenote azul, de unos 200 metros de diámetro y 90 de profundidad,
es un enorme pozo al aire libre a un costado de la laguna Bacalar.
Las aguas cálidas de la laguna se mezclan con las aguas frías del cenote,
un típico accidente geográfico de la región que se nutre de la filtración de la lluvia y de las corrientes de los ríos subterráneos.
El proyecto Gran Acuífero Maya, un censo de todos los cenotes de la región,
busca establecer la relación de estos enigmáticos ojos de agua con la cultura de los mayas que los consideraban la puerta de entrada a un mundo sagrado.
Así lo demuestra el corazón del imperio maya,
Chichen Itzá, la ciudad de los brujos de agua,
cuyo nombre en lengua originaria significa "boca del pozo",
en referencia al cenote sagrado.
Según antiguos relatos, en este ancho pozo de 60 metros de diámetro se realizaban sacrificios humanos,
entre ellos los de mujeres vírgenes,
que según la profecía maya algún día retornarían vivas.
De ahí también que este sitio sea conocido como el cenote de los sacrificios.
Los vestigios de cerámica prehispánica y los 42 restos de esqueletos humanos que se hallaron aquí,
revelan que las personas sacrificadas murieron en tierra y luego fueron arrojados al pozo.
El cenote sagrado de Chichen Itzá está alineado con la imponente pirámide de Kukulkán,
"la serpiente emplumada", construida también sobre un pozo de agua.
Este majestuoso edificio de 60 metros de ancho,
24 metros de altura y 91 escalones por lado es otra muestra de la inmensa riqueza de la cosmogonía maya.
Si se suman todos los peldaños y se cuenta la plataforma superior,
el total de escalones es equivalente a los días del año: 365.
Para los especialistas, esto demuestra que el calendario maya concuerda con el calendario gregoriano que utilizamos en la actualidad.
En un área que en su apogeo alcanzó los 25 kilómetros cuadrados,
Chichen Itzá llegó a ser la ciudad maya más poderosa de la península de Yucatán,
en la que vivían entre 50 mil y 100 mil personas.
Si Chichen Itzá es el emblema del imperio maya,
Campeche, a unos 400 kilómetros, es el emblema de la arquitectura y de la urbanización de la colonia española.
El excelente estado de conservación de los edificios motivó que la UNESCO la declarara patrimonio mundial de la humanidad.
Los constantes ataques de piratas, que intentaban saquear las riquezas que se comerciaban en el puerto de la región más importante del siglo XVII,
llevaron a los españoles a construir un sistema de defensa militar a lo largo de toda la bahía.
Un muro hexagonal integrado por ocho baluartes,
cuatro puertas y más tarde los fuertes de San José y San Miguel en ambos extremos de la ciudad intentaron poner fin a los atracos.
En esta tierra la conquista española dejó una huella marcada de su vocación evangelizadora.
A lo largo y ancho de toda la ciudad se levantan iglesias como la del barrio de San Román,
construida en honor a San Román Mártir.
En esta iglesia se encuentra el llamado cristo negro,
que da origen a una de las festividades más importantes de Campeche,
la fiesta de San Román.
A media hora de barco desde Cancún,
una pequeña isla de apenas ocho kilómetros de largo por uno de ancho es el punto de partida de una de las celebraciones religiosas más importantes de los pescadores:
la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Aquí, en Isla Mujeres, los lugareños alistan sus botes para la celebración con la que esperan atraer un año de buena fortuna.
Decenas de pescadores dejan sus redes para pedirle a la virgen que año tras año aumente la pesca de langosta.
Cuarenta y cinco minutos después de haber partido de Isla Mujeres,
los pescadores llegan a Isla Contoy para desembarcar a la virgen y rendirle tributo.
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre es la Patrona de Cuba,
y la procesión es una herencia que dejaron los cubanos que se asentaron en estas islas.
Al día siguiente de la procesión, Isla Contoy vuelve a su ritmo habitual.
Solo la guardaparque recorre sus playas para asegurarse de que la naturaleza continúe su ciclo magnífico y generoso.
Lo hace entre las huellas que dejaron las tortugas que vinieron a desovar a estas playas durante el verano.
La arena marca el límite entre el mar y la isla,
que es el refugio más importante de aves marinas del caribe mexicano.
Desde el invierno, más de 10.000 aves se concentran en Contoy en busca de alimento.
Entre ellas, la fragata.
Al sur de la isla, claramente visible a no más de un kilómetro de la costa,
el arrecife Ixlaché marca el punto de inicio de la segunda barrera de coral más larga del mundo,
el Gran Arrecife Mesoamericano.
Desde Isla Contoy hasta Belice, la barrera alcanza la superficie y produce el singular fenómeno de las olas que rompen en medio del mar.
Hasta estas aguas llega entre Mayo y Octubre de cada año el tiburón ballena,
el pez más grande del mundo.
Viene a alimentarse y a aparearse, dos actividades fundamentales para dejar de ser una especie en peligro de extinción.
En las aguas de la península de Yucatán se cuentan unos 1100 ejemplares,
de un total de 7000 censados en todo el mundo.
El espectáculo se extiende hasta Holbox,
una pequeña isla que forma parte de la reserva protegida Yum Balam,
poblada de ríos, cenotes y manglares frondosos.
Selvas bajas y medianas en las que abunda la vegetación exuberante crecen entre el agua de una reserva vital para la ruta de los pájaros migrantes.
Isla Pájaros, a solo 30 minutos de Holbox,
es un refugio para decenas de especies,
muchas de ellas en peligro de extinción.
Fragatas, ibis y egrets, entre otras,
sobrevuelan la isla y se ocultan, si es necesario,
entre los abundantes manglares.
Considerada un área de importancia para la conservación de las aves,
la reserva es una parada obligada a la que vienen a alimentarse y a descansar antes de continuar el viaje.
No son las únicas que buscan su alimento.
Los pescadores de la isla de Holbox zarpan al amanecer para obtener uno de los bienes más preciados de estas aguas: la langosta.
Salvo entre Marzo y Junio, los meses de veda con los que se busca garantizar la supervivencia de la especie.
El resto del año los pescadores aprovechan cada día para ir en busca del manjar más característico de esta isla.
Las langostas se desarrollan en aguas bajas,
en general en litorales con arrecifes coralinos como éste.
Los pescadores de Holbox, organizados en cooperativas,
navegan hasta donde el mar tiene entre 15 y 20 metros de profundidad.
Allí arrojan sus redes a la espera de una buena cosecha.
Cenotes, las huellas de la antigua civilización maya y una vasta diversidad natural modelan esta península singular que emerge entre el golfo de México y el mar Caribe:
la Península de Yucatán.
沙发还没有被抢走,赶紧过来坐会吧