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¿Puedes leer en el auto?

Entonces, considérate afortunado, ya que un tercio de la población,
al leer en un auto, barco, tren o avión en movimiento,
siente malestar estomacal.

Pero, ¿por qué sentimos mareos?

Los científicos no están seguros.

La teoría más común menciona señales sensoriales discordantes.

Cuando se viaja en auto, el cuerpo recibe dos mensajes diferentes.

Los ojos ven el interior, que no parece moverse,
mientras que el oído informa al cerebro que estamos acelerando.

¿El oído?

Sí, ¡el oído!

En su parte interna hay unas estructuras llamadas "sistema vestibular" que nos dan la sensación de equilibrio y movimiento.

Hay tres túbulos semicirculares que pueden detectar la rotación, uno por cada dimensión espacial.

Hay dos sacos revestidos de pelo llenos de líquido.

El fluido se desplaza y toca los pelos,
le indica al cerebro si nos movemos en forma horizontal o vertical.

Esto informa en qué dirección nos movemos, cuanto aceleramos y en qué ángulo.

En un auto, el sistema vestibular percibe el movimiento,
pero los ojos no, sobre todo si vas leyendo un libro.

Puede ocurrir lo opuesto: estás en un cine y la cámara hace un paneo general.
La vista cree que hay movimiento, pero el oído sabe que uno está sentado.

¿Por qué esta información contradictoria nos hace sentir mal?

Los científicos no están seguros, pero creen que hay una razón evolutiva:
los vehículos y las grabaciones de vídeo existen hace pocos siglos,
un parpadeo en la historia.

No hubo muchas cosas que pudieran causar este tipo de confusión sensorial, salvo los venenos.

Y como los venenos no son buenos, nuestros cuerpos desarrollaron una forma directa de deshacerse de lo ingerido que causara la confusión.

Aún quedan muchas cosas por explicar,
como por qué las mujeres son más propensas a los mareos o por qué los pasajeros tienen más náuseas.

Otra teoría sugiere que la causa es que situaciones no familiares dificultan mantener nuestra postura natural del cuerpo.

Hay estudios que demuestran que sumergirse en agua o un cambio puede reducir los efectos del mareo.

Pero no sabemos bien qué pasa.

Conocemos algunos remedios para las náuseas:
mirar al horizonte, medicamentos de venta libre,
goma de mascar, pero nada es totalmente confiable ni puede manejar un mareo intenso.

A veces, lo que está en juego es más importante que no aburrirse durante el viaje.

En la NASA, donde los astronautas se lanzan a diecisiete mil kilómetros por hora,
el mareo es un problema grave.

Además de investigar las últimas tecnologías,
la NASA pasa mucho tiempo tratando de averiguar cómo evitar que los astronautas vomiten sus raciones.

Como los misterios del sueño o el resfrío,
los mareos son unos de esos problemas simples que,
a pesar del asombroso progreso científico, aún seguimos sin conocer bien.

Quizá algún día se descubra la causa exacta del mareo,
y con ello, una manera bien efectiva de prevenirlo.