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COMO se HACEN las SALCHICHAS de CERDO🌭| ¿De qué están hechas las salchichas?

¿Alguna vez te has preguntado cómo se hacen las salchichas?

En este vídeo descubriremos de qué están hechas.

Las salchichas son de los alimentos más antiguos y consumidos a nivel mundial.

Cada año se consumen más de 20.000 millones de salchichas en Estados Unidos.

Sólo en esta fábrica se hacen 300.000 salchichas por hora.

Las salchichas se elaboran mezclando la carne sobrante del animal.

Para no desperdiciar toneladas de carne, se reutilizan en forma de salchichas.

Para hacer salchichas, se usa una mezcla de carne de cerdo, ternera y pollo.

Los trozos que se usan son los recortes, carne sobrante del corte de filetes y costillas de cerdo.

El carnicero carga unas porciones específicas de estos cortes en una picadora automática que hace que la carne salga por los orificios de 3 milímetros de ancho.

Al congelar y descongelar parcialmente la carne para que se mantenga firme,
el carnicero se asegura de que pase limpiamente por la picadora.

Se trituran los recortes igual que para hacer hamburguesas,
pasando la carne por una placa de metal llena de agujeros.

Se añaden recortes de pollo procesado a la carne picada y fécula alimenticia.

Al mismo tiempo, se preparan especias como la pimienta, el pimentón, la nuez moscada y la sal.

Luego, las especias y la carne picada van a la mezcla, donde se hace el relleno de la salchicha.

También se le añade nitrato sódico, que hace de conservante para evitar las bacterias y para darle un sabor curado.

La fécula espesa la mezcla, mientras que los condimentos varían,
dependiendo de donde se venderán las salchichas porque en cada zona los gustos varían.

Se incorpora agua a la masa y se mezcla bien en una gran mezcladora rectangular.

El proceso de mezcla se lleva a cabo de la manera más eficaz y delicada para obtener la calidad requerida del producto.

El proceso está controlado por un sistema informático.

Un poco de jarabe de maíz ligero añade dulzor.

Se añade más agua, que ayuda a dispersar los ingredientes y hacen más jugosas las salchichas.

El relleno terminado se somete a pruebas de contenido de materias extrañas.

Una descargadora pasa la carne picada de la mezcladora a una cuba.

Se vierte en una máquina de llenado,
que transforma la masa cárnica en una fina emulsión y elimina todo el aire.

En la máquina se carga un tubo de piel de embutido hecho de colágeno bovino.

Este envoltorio es comestible.

Inyectan el puré de carne en el envoltorio,
retorciéndolo cada 13 centímetros la longitud de una salchicha.

Se tarda sólo 35 segundos en hacer una ristra de salchichas que cubriría la extensión de un campo de fútbol dos veces.

La máquina bombea porciones de 46 gramos de carne picada y retuerce la piel para formar un eslabón.

Se forman 25 ristras que se transfieren a una cinta colgante para preservar su forma perfecta de salchicha.

De cada tubo de piel salen 100 piezas.

Luego se unen tres de estas ristras para formar otra más larga y se cargan varias a la vez en otra máquina que pasa las salchichas a unas barras móviles.

Todo se realiza con precisión para que siempre caiga una unión en la barra.

El siguiente paso es el fermentado, el ahumado y el secado.

En cada carro de ahumado caben tres docenas de ristras de 25 piezas.

A continuación, las salchichas se colocan en carros.

En el ahumadero, las salchichas se despojan y se trasladan a una cámara en la que tiene lugar el tratamiento térmico.

Al incrementar la humedad y la temperatura hasta los 25 grados centígrados,
el proceso de fermentación incrementa la acidez de la carne,
lo que evita que crezcan bacterias dañinas y a su vez produce un sabor fermentado.

Son necesarias 14 horas para que la carne alcance el nivel de acidez deseado.

Y el generador de humo cargado de astillas de madera de arce se enciende.

El calor aumenta para cocinar la carne.

El ahumado penetra en el envoltorio y añade sabor a las salchichas mientras se hornean.

Una hora y media de humo calentado a 70 grados centígrados les da ese color y sabor único.

Recién salidas del horno, se sumergen las salchichas en agua salada muy fría para enfriarlas antes de envasarlas.

Tras el secado, tienen una temperatura inferior a 6 grados centígrados.

Gracias a ello los productos se mantienen estables frente a las infecciones.

Las salchichas pasan a una zona de descarga donde una máquina las pasa de las barras a una cinta transportadora.

La piel se retira automáticamente de las salchichas.

Dentro de la máquina peladora, un cuchillo corta cada envoltorio desde arriba y un chorro de aire elimina el envoltorio de las salchichas.

Esta máquina pela 700 salchichas por minuto.

Un operario comprueba que el envoltorio haya desaparecido del todo y que no haya defectos.

Luego pasan a un aparato similar a una cadena de bicicleta plástica y sus dientes colocan las salchichas para el empaquetado.

Las salchichas pasan de la cinta a recipientes de plástico.

Las bandejas pasan por una máquina de embalaje que absorbe el aire y sella la parte superior con plástico.

Por último se separan las bandejas con una cuchilla.

En esta fábrica se hacen 300 mil salchichas por hora.

Son casi 2 millones y medio de salchichas al día.