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Descubre el Pudin de yogur Más Delicioso en 5 Minutos - Sin Harina

¡Mira, mira, mira qué pedazo de pinta!

Un pudín de yogur que se prepara con apenas cuatro ingredientes.

¡Hola, golosones!

Hoy vamos con uno de esos postres que le encanta a todo el mundo.

Se prepara con poquísimo trabajo y el resultado queda ultrarrico.

Atento a los detalles porque te va a encantar y no te vas a creer lo fácil de hacer que es.

Y lo primero, vamos a coger un recipiente amplio y en él colocamos 4 huevos de los grandes,
de los que llaman tamaño L, que pesan al menos unos 65 gramos.

Así que a batir, se ha dicho.

Puedes hacerlo con un tenedor o unas varillas manuales,
pero con unas eléctricas se bate en un momento.

Y luego ya ves que estoy echando leche condensada en forma de hilo,
poco a poco y sin dejar de batir para que se agregue bien.

Le sumo una lata de estas pequeñas, que son unas dos tazas, 400 mililitros prácticamente.

Una vez integrada la leche condensada,
sigo aquí batiendo porque le voy a sumar otro ingrediente más.

En este caso, el que da nombre al puding, el yogur.

Yo utilizo yogur tipo griego, sin edulcorar y sin azúcar, pero puedes utilizar el yogur que prefieras.

La cuestión es que te guste mucho.

Lo integras de nuevo, dándole unas cuantas vueltas a la mezcla.

Y ahora vamos con el último de los ingredientes, el que le da un poco de cuerpo y un poco de grasa.

Se llama nata o crema de leche.

Le vamos a colocar una taza, unos 200 mililitros,
y vamos a batir solo unos segunditos para que toda la mezcla quede integrada.

A mí me gusta así, tal cual, queda fresquito y delicioso.

Pero si quieres a esta crema le puedes añadir un saborizante,
bien canela, bien vainilla o chocolate,
lo que te apetezca.

Ahora prepara el molde a utilizar.

Yo utilizo esta típica bandeja de cristal grueso o de pírex que mide 24 por 14 centímetros.

Me gusta untarla con mantequilla para que desmolde aún más fácil y luego pongo algo en el fondo para que el chorro al caer no mueva esa mantequilla.

Suelto todo el líquido dentro y me aprovecho de la lengua de repostería para sacarle hasta la última gotita.

Ya que trabajamos vamos a sacar jugo, vamos a aprovecharlo todo, todo.

Después nos vamos a ir con esto directamente al horno que lo tenemos precalentado a 180 °C que son unos 355 °F.

Lo vamos a colocar aquí en la parte medio baja con calor arriba y abajo.

Y en 45 minutitos tendrá esta pinta.

Lo que hacemos es apartar del horno.

Todavía la parte del centro estará blandita.

Mira cómo se menea.

Y vamos a dejar que vaya templando, una vez que la temperatura baje.

Y este templadito te lo llevas a la nevera o refrigerador hasta el momento de servirlo.

Pero siempre recomiendo que al menos esté dos horitas.

De ahí en adelante, lo que quieras.

Como si quieres prepararlo de un día para otro, estará estupendo igual.

Lo importante es disfrutar, así que tenlo para el momento adecuado.

Luego solo tendrás que desbordar y ya ves que con dos cositas se hace muy fácil.

Le das la vuelta sobre una tabla o un plato,
lo meneas un poquillo para que caiga,
le colocas luego el plato de presentación encima,
le das la vuelta y a disfrutar.

¡Mira, mira, mira, mira, mira, mira, mira, mira!

¡Qué pintazo doradito por arriba y cremosito por adentro!

Aquí te voy a enseñar el interior, que en las personas y en los postes es lo más importante.

¡Mira, mira, mira, mira, mira, mira!

¡Qué maravilla!

¡Cremosito, cremosito!

Mira cómo casi solo con el peso de la cuchara se van cogiendo pedacitos.

¡Cremosito al máximo!

Seguro que estás teniendo un poquito de envidia del dueño de esta cuchara.

Se deshacen en la boca.

Me encantan estos postres que se sirven fríos.

Además, como siempre, si lo preparas,
cuéntame cómo te ha quedado, que eso a mí ya sabes que me encanta leerlo.

Y además aquí tienes los ingredientes.

Lo puedes preparar en casa sin ningún problema y en poco de trabajo, en apenas cinco minutitos.

Lo tienes.

Como siempre también te dejo aquí otro vídeo que he preparado pensando en ti,
que ya ves qué pintaza que tiene y que seguro que si lo pruebas también repites.

¡Venga a verlo!

Y mientras yo a seguir gozando.

¡Qué rico está esto!