西语助手
2025-04-10
Mi nombre es Roberto Martín, soy maestro pastelero y gerente de la confitería El Riojano,
en la calle Mayor número 10 de Madrid.
El Riojano se abrió a mediados del siglo XIX y ha ido siempre pasando de jefes a empleados,
hasta que ha llegado a mí, que soy su actual propietario.
La pastelería la abrió Damaso Mazo Marín que era el pastelero, por entonces, de la Reina Isabel II.
Todo el mobiliario actual perteneció a palacio.
Está hecho toda base de mármol, bronce y caoba.
En cuanto a la pastelería, al género que fabricamos, que producimos en El Riojano,
como podéis ver, es una pastelería muy tradicional.
Yo mismo he querido innovar, como pastelero a nivel personal me gustaría haber hecho otro tipo de pastelería,
pero no tenía salida, no se vendía.
Aquí lo que verdaderamente se vende en El Riojano es calidad y tradición.
Es decir, hablar de un bartolillo típico de Madrid,
unos pestiños, un bizcocho de soletilla,
un mojicón, los merlitones...
Pastelería tradicional y con calidad de toda la vida,
que prácticamente ya en ningún local de Madrid se consigue ver.
Temas navideños como polvorones, mazapanes empiñonados...
todo eso se sigue haciendo aquí tradicionalmente y con producto nacional,
de primera calidad y a día de hoy es muy complicado encontrar pastelerías que trabajen artesanalmente todo este tipo de productos.
Esta es la parte de abajo de El Riojano.
Este es el horno original que había en El Riojano, que era de leña.
A día de hoy ya no se utiliza.
Está restaurado y podríamos encenderlo en cualquier momento,
pero a día de hoy el uso de leña no está permitido.
Entonces estamos utilizando este espacio como almacenamiento.
Arriba se metía la leña, abajo la ceniza, el suelo era refractario...
Aquí tenía, como algo un poquito más original, un dispensador de luz.
Se le metía un pequeño candil, que se accionaba hacia adentro para ver y enseguida había que meterlo porque si no,
como funcionaban con aceite, podían incendiarse.
Y aquí arriba estaba la estufa.
Aquí se metía a fermentar la bollería y la pastelería.
Unos productos que necesitaban algo de calor antes de la cocción,
pues siempre había una persona ahí arriba.
Colocaba las maderas ahí y cuando todo estaba fermentado lo bajaban y lo cocían.
Esto es una de las cuevas de El Riojano.
Es aquí es donde preparamos normalmente las cajitas para San Valentín,
en Navidad de las cestas de Navidad...
digamos "la sala de decoración".
Está en uno de los sótanos, sabéis que está todo abodedado.
Son las partes bajas de Madrid.
De hecho aquí, durante la Guerra Civil,
me comentaban vecinos que les traían sus madres por unos butrones que había en las paredes,
se comunicaban todos los edificios de la manzana se comunicaban hasta aquí,
hasta el almacén de El Riojano y todos los días cuando cerraba El Riojano, venían aquí.
Las mamás traían a los niños para que les diesen de comer,
con el género que había sobrado de El Riojano les daban aquí a comer.
Eso me lo contaban a mí los vecinos.
Vecinos que he llegado a conocer, que algunos...
la mayoría han fallecido ya, de hecho.
No sé si queda uno nada más. Esta es una de las zonas de Madrid más antiguas, lógicamente.
De hecho, también hay un túnel que da a una calle central,
de las que supone que van a Palacio,
de las primeras que había con alcantarillado y por donde ahora esta tirado el cableado y muchas cosas de telefonía que hay ahora soterradas y es ahora mismo una de las salas de decoración,
una de las salas de trabajo de El Riojano.
Estamos aquí hoy para hacer Pastas del Consejo.
Es una pasta dura de limón que se lleva todos los jueves,
junto con las cartas credenciales, al Consejo de Estado.
Las Pastas del Consejo empezaron a hacerse a finales del siglo XIX a petición de la regente María Cristina,
para que Alfonso XIII se las comiese durante el Consejo de Estado,
en vez de las tradicionales que hacían de té en El Riojano,
que era muy blanditas y las desmigajaba,
la rompía jugando con ellas, se desmigajaban mucho y se le empezó a hacer esta pasta,
que es una pasta dura de limón.
La Pasta del Consejo es una pasta compuesta de: harina, azúcar, huevo y mantequilla.
Lleva un poco de limón, para dar un poquito de esencia,
se bañan con huevo, se cuecen, queda dura,
pero tiene un gusto muy rico.
Pues nada, simplemente las dos formas que se hacían que era,
la forma de la C, que es la que se lleva para el Consejo de Estado.
Y la forma de la S, para el Senado.
Estas Pastas del Consejo se llevan haciendo como 150 años.
Siempre se han hecho aquí, en El Riojano para el Consejo de Estado y el Senado.
A día de hoy solamente se le llevan al Consejo, al Senado ya no.
Llevo 34 años aquí y nunca las he servido al Senado,
pero mis maestros se las hacían al Senado también.
Estas pastas eran típicas de Cantabria y Dámaso Mazo que era pastelero de la zona de Camero,
colindando con Cantabria, fue el que trajo a El Riojano la fórmula, adaptándola un poquito.
Ya os digo, echándole un poquito más de huevo para que quedase un poquito más dura la pasta.
Se hacen en El Riojano y es el único sitio donde se puede encontrar en Madrid.
En Santander hay algunos sitios donde también se ven,
pero aquí en Madrid el único sitio donde se pueden encontrar es, a día de hoy, en El Riojano.
Es uno de los productos estrella, por decirlo de alguna manera,
por el tema de la exclusividad, por la historia que tienen y porque está muy ricas principalmente.
Bueno, una vez que hemos acabado de rellenar la lata, vamos a pintar de huevo todas las pastitas.
La temperatura del horno tiene que estar a 250º durante un cuarto de hora aproximadamente.
Y después de 15 minutos, esto lo que tenemos.
Bueno pues muchas gracias a Antiguos Cafés de Madrid por contar con nosotros para contar nuestra historia y cuando queráis podéis venir a la calle Mayor número 10 de Madrid a conocernos y a tomar un café o cualquiera de nuestros productos.
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