西语助手
2024-08-20
Sí, dime.
Berta, ¿dónde estás?
Estoy con un asunto personal.
Bueno, me da igual.
¿El reportaje? ¿Qué?
Lo he dejado en tu mesa.
O sea, que lo has dejado y te has ido.
Muy bien, gracias.
Sí, dime.
Unas cosas... de estas... cuál es la entrevista, ¿la número 6?
Sí, sí, es esa.
Que en la carpeta de mi mesa, ¿no?
Sí, la que tiene tu nombre.
Pues no, esto no está ahí.
Tendría que haber estado ya.
Vale, ¿pero qué necesitas?
¡Lo que necesito es que esté la presentación montada ya!
Espera. Eso es para la semana que viene, ¿no?
¿Pero qué estás diciendo? Esto es para mañana.
¿Para mañana? ¿Para mañana? Pero...
O estás aquí en dos horas o estás despedida, ¿eh?
Es importante.
Importante.
Hola, me llamo Berta y soy periodista.
Debería estar en otro sitio, pero este es el teatro al que me traía mi abuela de pequeña.
Y mañana lo van a derribar.
Yo pasaba mucho tiempo jugando entre bambalinas.
Tenía que grabarlo.
Ojalá alguien salvara este teatro.
¿María Luisa?
Mi tortuga de juguete, ¿pero tú qué haces aquí?
¿Hola?
¡Es peligroso estar aquí! ¡Van a derribar el edificio!
Qué tontería.
¿Esto es una broma?
¡Es imposible, imposible, imposible!
¡No, no, no!
Oye, ¿tú quieres parar?
¡Estás asustando a mi gatito!
Oye tú, ¿quieres parar?
¡Estás asustando a mi periodista!
¡No, no, no! ¡Dile que le perdonas!
¡Dile que le perdonas!
¡Ahora sí que no puedo detenerle!
¡Ankagua, Gato! ¡Ankagua! Ankagua Nikima.
¡Ya está!
¡Ya te ha perdonado! ¡Hala!
A ver, a ver...
¿Estás entera?
¿No te falta nada?
Mira a ver, mira a ver...
¿Dedos?
¿Brazos?
¿Orejas?
Menos mal...
Gato, está bien.
No, si digo la cámara.
La cámara está bien, que no está rota.
Toma, toma, Berta, tu cámara.
La vas a necesitar.
Este va a ser el reportaje de tu vida.
¿Estoy soñando?
¿Me he vuelto loca?
Sí, digo no.
Oye, que yo con locos no quiero... ¡Ah!
Lo dice por nosotros.
No, no, no.
Espera, espera.
¿Estás grabando?
Puedes vernos porque has pulsado el desadultizador.
Es uno de los mejores inventos de Gato.
Con él, los mayores pueden ver el mundo con la imaginación de un niño de siete años.
Puedes ver robots, monstruos, tortugas voladoras.
Y puedes vernos a nosotros, Big Blue Cat y Mortando Malone, detectives imaginarios.
¿Detectives imaginarios?
Me encanta que me hagas esa pregunta.
Pues mira, todo empezó una mañana cuando yo...
No, no, no.
Gato, no.
Nada de peluches cuando estamos en servicio.
Vamos, dame un besito y ya está.
Yo me tengo que marchar.
Lo siento, pero no tengo tiempo.
Tiempo, dice.
Nosotros tenemos tiempo de sobra.
Te podemos dar un montón.
Piénsalo. Es la entrevista de tu vida.
¿Cómo que entrevista?
No, no, no.
Yo no tengo tiempo para entrevistas.
¿Por dónde íbamos?
Ah, sí.
¿Qué es un detective imaginario?
¿A qué tipo de calaña se enfrenta?
¿Qué casos hemos resuelto?
¿Detectives imaginarios?
¿Qué misterio es este sí?
Los calcetines no aparecen.
Y tu mamá te dice siempre
Nunca encuentras nada porque no eres ordenada.
¿Pero sabes una cosa?
Es mentira, mentira.
Todo es pura fantasía.
Tu cuarto está habitado por seres desalmados, asquerosos, repugnantes.
Son las pelusas mutantes.
Sólo comen calcetines de todos los colorines.
¡Qué monas!
¡Que no!
Que sólo comen un calcetín de cada par.
Bueno, da igual.
Luisito es el malo del pueblo.
¿Luisito?
Todos le temen y pasan apuro.
Había un Luisito en mi cole...
Luisito es muy malo, es el niño más duro.
Pero ¿sabes qué?
Es mentira, todo es pura fantasía.
Luisito llora y se espanta porque tiene miedo de los fantasmas.
¡Qué tonto!
Todo el mundo sabe que los fantasmas no existen.
Sí, no existen, claro.
Oye, tengo que irme.
Ahí fuera tengo problemas de verdad, graves.
Hmm, problemas de verdad.
Sí, nosotros tenemos una archienemiga, la portera gruñona.
Parece solo una viejetita, ¿verdad?
Eso crees tú, pero su maléfico plan...
El mundo entero fregar...
para que nadie lo pueda pisar de nuevo jamás.
Fregar el mundo entero, pero si eso es imposible.
¡Exacto! Lo imposible es nuestro negocio.
¿Cómo te preparas para la imaginación de una niña pequeña?
Recuerda, la mochila jet-pack anticastigos.
¡Casco repeleinsultos!
¡Venga, insultame!
Mortando, cállate un segundo, por favor.
¿Así lo qué? No puedo oírte.
El robot número cinco que te hacía los deberes.
Vaya, muy bonito número 5.
Sí, y claro, la máquina de decir "voy".
Vale, vale, ya, ya.
Y el último recurso para los casos muy, muy extremos como este, el arma definitiva, el pompero.
Nunca falla.
Sí.
Recuerdo que me encantaba jugar con pompas.
Y ahora, en exclusiva para ti, vamos a acudir a nuestra máquina especial para estar completamente concentrados en nuestra verdadera y única misión.
Gato, yo primero.
Gato, no vale empujar.
Aquí esperamos la llamada de los niños.
¿Ya?
¿Eso es todo?
Sí.
Esperar la llamada de los niños.
¿Pero tienen vuestro número de teléfono?
Eso no importa.
Vale con que marquen cualquier número, el que sea, pero oye, si tú no hablas...
No entiendo.
¿Toda esta máquina es para que básicamente os sentéis a esperar a que suene un teléfono que no tiene número?
¿Qué significa "básicamente"?
Que no hacéis más, que no hacéis otra cosa, ¿no?
¿Y qué pasa si un día el teléfono no suena?
¡Imposible! Gato revisa la máquina permanentemente.
El teléfono comunica con todos los niños del mundo 384...700... No, son 300...
Muchos días al año.
Ya, pero ¿qué pasa si un día los niños no llaman?
Si los niños no llaman, pero eso es lo que hacen los niños todo el día. Comer galletas y llamar a los detectives.
¿Cómo van a imaginar aventuras fantásticas si no?
Eso, es como si dejaran de ponerle almohadas debajo de los dientes al ratoncito Pérez.
Mortando...
- Están a punto de llamar, lo sé. - Mortando... no parece que va a llamar nadie.
Claro que sí... lo que pasa es que hay que darles tiempo.
¿Cuánto tiempo? Mortando, yo no tengo tiempo.
Nosotros tenemos tiempo para ti, todo el que quieras.
No me puedes dar tiempo.
Déjalo ya, Mortando.
Erais mis amigos imaginarios.
Antes creía, pero es que ya no soy una niña.
Gato, ¿tú estás seguro de que el desadultizador funciona?
No ha sido buena idea traer a un mayor a la sala de teléfonos.
No cree que vayan a llamar, no tiene tiempo, no cree en nada.
¡Míralo! ¡Es ella!
¿Qué?
Ella ha roto la máquina.
¿Yo?
Oye, ¿no soy yo la que se sienta a esperar a que le llamen para vivir fantasías que no le importan a nadie?
Tienes razón, Gato.
Ya no nos necesitan.
Puedes irte si quieres, Berta.
La entrevista ha terminado.
Sí. Lo siento, es mejor que yo me voy.
Tampoco tiene sentido para ti buscar nubes con forma de animales.
Son solo nubes.
O dar vueltas sin parar hasta marearse.
¿Te acuerdas de eso, gato?
Eso le hacía reír.
¿Qué va a pasar ahora?
¿Qué va a pasar con nosotros?
¿Nos vas a olvidar para siempre?
¿Vamos a dejar de existir de golpe?
Gato, ¿nos va a doler?
Pronto seremos solo un recuerdo, como cuando jugábamos a piratas con la abuela.
¿Te acuerdas de eso, Gato?
¿Mortando?
Mortando.
¡Mortando!
¡Mortando!
Gato, estás ahí menos mal...
¿Gato?
Gato... No...
¡Mortando!
Me encantaba jugar a piratas.
Lo siento, pequeño.
Estamos muy ocupados.
Prueba a llamar a Batman.
Pero, Mortando, ¿qué haces?
No tenemos tiempo.
Pero se os acaba de llamar un niño.
Los niños llaman todo el rato.
Ellos no son el problema.
Estamos a punto de resolver un caso imposible.
¿Un caso?
¿Qué caso?
El tuyo.
¿El mío?
Pero si yo no os he llamado.
No.
¿No?
¿Seguro?
Seguro.
Vaya, ha debido de ser un error.
Nos parecía que alguien necesitaba desesperadamente nuestra ayuda.
¿Te refieres al teatro, Mortando?
¿Es eso?
Pero el teatro no lo podemos salvar.
Este teatro es mi infancia y tenía que despedirme de él.
Pero es demasiado tarde.
Afortunadamente, lo imposible es nuestro negocio.
¿Es real?
Yo qué sé. No tengo ni la menor idea.
Solo soy un perrito detective.
Ay, espera.
Con cuidado, con cuidado, bruto.
¿Perdona?¿Pero tú has visto a Batman jugando con peluches?
Somos aventureros, héroes.
Volamos en tortugas gigantes.
No jugamos con peluches.
Dame, dame, ¡dámelo!
¿Tu amigo imaginario está deprimido porque tu padre no puede verle?
¿Algo grande y misterioso te hace llegar siempre tarde al colegio?
¿O estás harto de los viajes que nunca llegan a ningún sitio?
En Blue y Malone, detectives imaginarios, sabemos que ser niño no es fácil.
Si nos necesitas, marca cualquier número a la fara en tu teléfono y acudiremos volando.
Recuerda, 588-346-7712 o cualquier otro número.
Lo imposible es nuestro negocio.
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