西语助手
2024-11-17
Que Madrid sea la capital de España es medio raro.
Déjame que te explique por qué.
Muchas de las capitales europeas existen hace miles de años.
Sin embargo, a pesar de que España es uno de los países más antiguos de Europa,
tiene una de las capitales más nuevas.
Y ciudades como París, Londres, Viena o Lisboa tienen algo en común:
el agua.
Todas están cerca de un cuerpo de agua importante,
ya sea el río Sena, el Támesis, el Danubio o el Tajo.
Ahora pensá en Madrid, ¿cuál es su río predominante?
Apuesto que no lo conoces.
Mirá, este es el río Manzanares y te darás cuenta que no es muy profundo como para navegar.
De hecho ahora justo cuando vine hay bastante agua, pero mirá unas fotos de otra época.
Y pensarás, bueno, Madrid es una ciudad importante,
con mucha gente, tiene sentido que sea la capital.
Pero lo extraño de Madrid como capital no termina acá.
Porque cuando Madrid se convirtió en la capital de España en 1561, no era la más grande del país.
Ni la segunda, ni la tercera.
Era la décima.
Entonces, ¿cómo llegamos hasta acá?
Para entender esto, primero pensemos cómo emergen las grandes ciudades y cómo Madrid tomó un rumbo diferente.
Analicemos algunas características básicas que comparten muchas de las grandes ciudades.
En primer lugar, la geografía.
La proximidad de ríos navegables, costas o cruces ha sido clave para el crecimiento de muchas ciudades.
El relieve también fue un factor.
Antiguamente, una ciudad rodeada por montañas tenía una gran ventaja a la hora de defenderse.
La ubicación.
Muchas grandes ciudades se convirtieron en tales por estar situadas en un lugar ideal para funcionar como nexo del comercio.
Recursos.
Lugares donde se pueden extraer o conseguir recursos que luego pueden ser vendidos para generar riqueza.
Y todo esto genera un proceso cíclico,
porque estas características suelen atraer gente,
lo que incrementa el comercio, lo que fomenta la construcción de infraestructura,
y así el ciclo sigue y sigue.
Ahora, teniendo en cuenta eso, analicemos el mapa de España.
Hay dos cosas muy visibles a nivel geográfico.
Primero, que el país está rodeado por el mar, y segundo, que está lleno de montañas.
Todas estas montañas significan que los ríos están muy separados el uno del otro.
Eso los hace más pequeños y también imposibles de navegar,
así que la gran mayoría son inútiles para comerciar y para el transporte dentro del país.
Pero ojo, porque para la época que nos importa, España no estaba solo en la península ibérica.
Porque el imperio español abarcaba también zonas al este del Mediterráneo,
incluyendo el sur de Italia y también parte de los Países Bajos.
Y este es uno de los motivos por los que la Corte Real había sido itinerante hasta entonces.
Con tantas posesiones y tan desconectadas una de la otra,
el rey tenía que viajar a cada una para certificar que todo funciona bien.
Pero durante el reinado de Felipe II,
más o menos por el año 1500, la unificación de Castilla y Aragón llevó a un proceso de consolidación como nación.
Así que el creciente imperio español necesitaba una estructura administrativa más sólida y centralizada.
Una capital que estuviera tan cerca como fuera posible de sus posesiones en Europa y en América.
La península ibérica parece bastante central.
¿Pero dónde exactamente?
Históricamente las poblaciones que más crecieron eran las que estaban cerca de las costas.
El problema era que por las montañas estos centros urbanos estaban muy segregados entre sí.
Además de que cada costa tenía un foco distinto.
La costa este protegía las posesiones en Italia y defendía los ataques desde África.
El sur se enfocaba en el comercio con América y la costa norte se enfocaba en el control de la zona de los Países Bajos y como protección contra los ingleses.
Felipe II tenía que encontrar una forma de conectar todas estas áreas costeras,
las dos llanuras de Castilla y el Valle de Ebro.
Entonces, en esa situación, ¿dónde hubieras puesto la capital?
La respuesta más lógica creo que sería en el lugar que pudiera conectar bien a todas las regiones.
Las costas no estaban tan bien conectadas,
a pesar de tener puertos, porque eran acechadas por otros imperios,
así que no tenían tanto tráfico marítimo.
Pero en el interior habían quedado varios caminos de la época de los romanos que conectaban al país.
Como resultado, el lugar más conectado estaba en el centro,
y más precisamente en la ciudad de Toledo.
Y a ver si queremos ir a Toledo voy a probar un truco que estuve practicando que me dijeron que funciona bastante bien.
Uno, dos, tres.
Toledo se encuentra a menos de 100 kilómetros de Madrid y te da una sensación de como que fue una gran ciudad.
O sea mirá lo que es este puente, es tremendo.
Además tiene un gran río que la atraviesa y tiene un legado histórico que nos lleva hasta el imperio romano.
Durante la época en la que Felipe II gobernaba, la ciudad era mucho más relevante en todo sentido.
Toledo fue muy importante en el imperio romano,
fue la capital durante el imperio visigodo y una ciudad vital durante el periodo de los moros.
O sea, Toledo no era la capital oficial porque todavía no había algo así,
porque la capital era donde la corte real estaba.
Pero Toledo era una de las ciudades preferidas de Carlos I,
padre Felipe, así que era como una especie de ciudad imperial.
Pero como dijimos antes, Felipe decidió trasladar la capital a Madrid.
Y es curioso porque Madrid no tenía las características típicas de las capitales como su legado cultural o ventajas geográficas.
A diferencia de Toledo que tenía mucha historia y cosas como el río Tajo que lo atravesaba.
De hecho el origen de Madrid es, con todo respeto, bastante aburrido también.
Porque era una posta militar para ciudades más grandes.
Y había decenas de ciudades pequeñas que eran igual de importantes.
Entonces, según esto, el rey podría haber puesto la capital en Toledo y ya está.
¿Por qué no lo hizo?
Para empezar, la ciudad está situada encima de una roca gigante, rodeada y protegida por el río.
Esto es genial para cuando tenés que luchar contra los musulmanes,
por ejemplo, pero una vez terminado,
es poco conveniente para vivir.
Sus calles son chicas, así que no es ideal para viajar con toda tu gente siendo el rey,
y por su reducido espacio, la ciudad no puede crecer mucho,
y eso limita los proyectos urbanísticos.
Pero sobre todo, Toledo tenía otro problema.
Que era un centro alternativo de poder.
En Toledo habían muchas casas antiguas de nobles y también era un lugar donde habían muchos líderes religiosos.
Y ambos funcionaban como centros del poder.
Ahora que estoy vloggeando y pasa un montón de gente,
es el momento que me da vergüenza.
Pero no importa,
no pasa nada
Y el rey no quería eso, él no quería que la ciudad estuviera opacada por otros poderes,
así que iba a necesitar una ciudad que no tuviera nobles ni que tuviera líderes religiosos poderosos.
Y con esa lógica es que aparece nuestro cisne negro de las capitales, Madrid.
Felipe II tomó la trascendental decisión de trasladar la Corte Real a Madrid en 1561,
convirtiéndola así en la capital del reino.
Pero si nos ponemos a pensar que la ciudad no tenía ni mucha gente,
ni mucha infraestructura, ni un gran río que la atravesara,
la decisión es, al menos, rara.
Entonces, ¿qué fue lo que tenía en mente Felipe para tomar esta decisión?
Primero, vamos por un lado vinculado con la familia.
En 1559 Felipe se casó con su tercera esposa,
Isabel de Valois, y algunos historiadores señalan que ella odiaba los enormes muros del Alcázar de Toledo,
y que a menudo se quejaba del clima toledano,
así que prefería Madrid como ciudad.
Y que estas cosas podrían haber afectado su decisión,
ya que se dice que Felipe la amaba con locura.
Pero más allá de que podrían ser estas cosas, la razón verdadera es menos intuitiva.
Felipe II eligió Madrid precisamente porque no había nada allí.
En Madrid no habían fuentes alternativas de poder,
casi no había presencia de los poderes nobiliarios ni eclesiásticos.
No tenía Obispado, que seguía dependiendo de Toledo,
y los aristócratas más poderosos estaban en ciudades lejanas.
Así que no había rivales, y había mucha tierra para construir la ciudad a su gusto.
Madrid también tenía otras ventajas.
Estaba cerca de las montañas, y por eso tenía mucha agua potable,
y su posición también favorecía que corriera aire,
lo que hacía que la ciudad fuera menos propensa a epidemias,
como la peste bubónica.
Y su centralidad geográfica le permitía hacer un nexo para todo el país.
Y al estar alejada de las costas no estaba expuesta a ataques marítimos.
A Felipe II le encantaba el urbanismo y más precisamente la arquitectura renacentista,
y viajó por todo su imperio en Europa para elegir las mejores ideas de Italia y Países Bajos.
Y así es como hizo cosas como el Palacio Escorial, por ejemplo.
Mientras Toledo ya estaba construida con las bases de la arquitectura española y árabe,
Madrid podría servir como un lienzo en blanco.
Aunque Felipe II tuvo buenas razones para mover la capital,
la ciudad todavía no estaba preparada para recibir a tanta gente.
Tan solo 40 años después de haber sido nombrada capital, la población de Madrid se triplicó.
Con el tiempo, la ciudad se fue poblando de palacios de nobles,
que buscaban estar cerca de la corte,
concentrándose en los alrededores.
También se empezaron a destinar edificios para muchas de las instituciones importantes,
como la sede de la corte, que consistía en la presencia fija de las instituciones burocráticas como los consejos,
la sala de alcaldes y la cárcel.
Y con estos cambios, para comienzos del siglo XVIII,
la administración española se acostumbró a funcionar con independencia de la persona del rey.
Pero el crecimiento de Madrid no fue solo en lo político y lo económico,
sino que se convirtió también en la capital de la cultura española.
A partir del siglo XVIII comenzó la institucionalización de la cultura,
representada por las academias, los grandes museos nacionales y la biblioteca nacional.
Estas cosas fueron las que terminaron de convertir a Madrid en la ciudad referente en lo vinculado a lo cultural y lo artístico.
Y una vez convertida en capital, se ajustó la infraestructura de transporte alrededor de la ciudad.
Así se veían los caminos romanos comparados con los que hay hoy en día.
Mirá como muchas de las rutas fueron conservadas y no solo porque los romanos eran buenos construyendo,
sino porque también eligieron buenos lugares para colocarlas.
El plan de rutas a principios del siglo XX ponía a Madrid como el nodo central de las comunicaciones dentro de España.
Se puede ver algo parecido con los caminos ferroviarios,
con la mayoría de los trenes de alta velocidad hoy pasando por Madrid.
Y también con su aeropuerto.
El de Madrid es el quinto aeropuerto más transitado de toda Europa.
Todo este desarrollo de infraestructura significó más comercio, más riqueza y más crecimiento.
Y ese rol como eje de conexión hizo inevitable que cada vez más personas de ciudades aledañas decidieran mudarse a Madrid.
Madrid ha sido la capital de España casi de forma ininterrumpida desde la decisión de Felipe II.
Y en todo ese camino se transformó, creciendo en tamaño e importancia.
Pasando de ser una ciudad secundaria a una de las de mayor área metropolitana de toda la Unión Europea.
Y convirtiéndose así en una capital global.
Muchas gracias por llegar al final de este video.
Este creo que se suma a la lista de videos de ciudades del estilo de La Plata o el de Barcelona.
Cuando elijo un lugar así, trato de tratar de plantear el video desde una pregunta,
en este caso por qué Madrid es la capital,
aunque justo ahora esté en Toledo, y a partir de ahí voy tratando de desmenuzar la historia para tratar de entender un poco mejor las cosas.
Trato de no elegir una ciudad solo porque sí,
sino como que me genere alguna duda,
alguna inquietud.
Si tenés alguna inquietud sobre alguna ciudad que te gustaría explorar,
me la podés dejar en los comentarios.
Me sirve mucho que te suscribas a mi canal si todavía no lo hiciste.
O me dejes un like en este video.
Así el canal puede seguir creciendo y puedo hacer cosas cada vez más ambiciosas.
Pero bueno, como siempre, muchas gracias por mirar y nos vemos en el próximo.
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