西语助手
2024-11-20
Ya hemos hablado de la función de algunas partes curiosas de nuestro cuerpo como:
la úvula, la manzana de Adán o las lúnulas,
pero nos faltó hablar de otras muy peculiares y porque tú lo preguntaste:
¿Sirven de algo estas otras 7 partes de nuestro cuerpo?
1. El apéndice.
La función del apéndice es claramente volvernos una bomba de tiempo y explotar en el momento más inesperado.
Bueno, por lo menos eso se creía por mucho tiempo porque solo se había encontrado en nuestros parientes primates más cercanos y no en otros animales,
así que se pensaba que se trataba de un órgano vestigial que les había permitido a nuestros antepasados alimentarse de hojas y corteza,
pero que conforme cambiamos nuestra dieta, se redujo.
De hecho, se pensaba que en algún momento desaparecería por completo.
Hoy sabemos que muchos primates lo tienen, además de otros animales como: conejos, wómbats y zarigüeyas.
Ha evolucionado de forma independiente unas 32 veces y esto nos hizo pensar que sí debía de ser útil.
Hoy se sabe que tiene bastante tejido inmune que ayuda a protegernos de enfermedades y además, actúa como un reservorio de bacterias buenas que ayuda a regenerar nuestra flora después de una diarrea.
Eso no quita el miedo de que nos de apendicitis, sobre todo porque los casos van en aumento y se cree que se debe a la falta de fibra en nuestra dieta.
Y aunque podemos vivir sin nuestro apéndice la gente de ciencia está trabajando en encontrar antibióticos que lo desinflamen sin tener que quitarlo.
Una de cada 100,000 personas no debe preocuparse de la apendicitis porque nacen sin él,
pero también una parte de la población debe preocuparse más porque nace con el apéndice del lado izquierdo, lo que podría confundir los síntomas.
2. El ombligo.
El ombligo es nuestra primera cicatriz e indica dónde se ubicaba nuestro cordón umbilical, que nos unía a la placenta de nuestra madre.
Todos los mamíferos tenemos ombligo, aunque en algunas especies es menos notorio, pero también las aves, reptiles y hasta dinosaurios tienen o tenían uno, en su caso es la unión del embrión al saco vitelino.
En los humanos el cordón umbilical se empieza a desarrollar en la tercera semana de gestación.
Luego, conforme el feto crece el cordón se va haciendo más largo y suele convertirse en nuestro primer juguete.
Se compone de dos arterias que llevan oxígeno y nutrientes de la madre al bebé, una vena que lleva la sangre desoxigenada y el alantoides que drena la vejiga urinaria del bebé a la madre.
Al nacer la parte externa de nuestro cordón umbilical se cicatriza y forma nuestro ombligo, pero la parte interna se transforma de forma increíble.
Las arterias se convierten en los ligamentos umbilicales mediales y también en parte del sistema circulatorio que se une a la vejiga, uréteres y en los machos en los conductos deferentes.
La vena se transforma en un ligamento que va desde el ombligo al ligamento redondo del hígado.
Y el alantoides forma el ligamento umbilical mediano que va desde el ombligo hasta la vejiga urinaria.
¡Wow!
Es increíble todos los secretos que guarda el ombligo.
Y hablando de guardar cosas ahí, es importante limpiarlo regularmente, ya que además de pelusa, es la casa de miles de especies diferentes de bacterias y se pueden formar onfalolitos, que son piedras de residuos.
3. Las muelas del juicio.
Se llaman así porque salen entre los 17 y los 25 años, cuando tenemos más capacidad de razonamiento –según eso–.
En otros idiomas también se les conoce como muelas de la sabiduría por la misma razón, en coreano se le llama diente del amor, por la referencia al primer amor y el dolor que puede causar.
Los monos, gorilas y chimpancés también tienen muelas del juicio, pero ellos no tienen que ir al dentista para que se las saquen porque son muy útiles para comer plantas y carne crudas.
También fueron muy útiles para los primeros homínidos, pero conforme nuestra dieta cambió nuestra mandíbula se hizo más pequeña y nuestra cara se hizo más chata y esas últimas muelas simplemente ya no tienen tanto espacio, por eso muchas veces es necesario quitarlas.
Si tienes problemas con tus muelas del juicio lo mejor es retirarlas lo más pronto posible.
Afortunadamente 25% de la población presenta agenesia de las muelas del juicio, es decir que por lo menos una de ellas nunca se desarrolla.
4. El surco nasolabial o el filtrum.
Según la mitología hebrea, mientras el feto está en el útero tiene un ángel que le transmite toda la sabiduría, pero antes de nacer el ángel toca su labio superior para evitar que revele los secretos y forma este surco.
Aunque sí se forma en el útero, realmente se forma cuando la prominencia nasal medial se fusiona con la prominencia maxilar.
En la mayoría de los mamíferos este surquito sirve para llevar olores disueltos desde el rinario o almohadilla nasal al órgano vomeronasal.
En los primates, junto con las crestas a su lado, podría ser útil para algunos movimientos del labio superior.
5. La barba y el bigote.
Si las mujeres no suelen tener barba ni bigote la explicación sería que el vello facial atrae a las mujeres.
Pero resulta que, mientras algunos estudios han encontrado que a las mujeres les parece atractivo, otros han encontrado que no, así que es más bien una cuestión cultural.
Por ejemplo, después de que Alejandro Magno les ordenó a sus tropas rasurarse para luchar contra los persas y ganara, se puso bastante de moda estar rasurado.
Pero también se trata de una cuestión de novedad.
Entre puros hombres barbones las mujeres parecen preferir a los lampiños, mientras que cuando solo hay lampiños las mujeres prefieren a los que tienen vello facial.
Entonces, si la atracción no es la razón, la otra explicación es la competencia contra el mismo sexo.
Tanto hombres como mujeres perciben que el vello facial hace que los hombres se vean más intimidantes, fuertes, masculinos y maduros y esta dominancia aleja a los posibles rivales y les abre la oportunidad a tener más parejas.
6. Los otros pelos.
Hay pelo que sí tiene un propósito más funcional.
El pelo de las axilas ayuda a reducir la fricción, regula la temperatura corporal y ayuda a diseminar feromonas.
Las cejas impiden que el sudor se nos meta a los ojos y nos protegen del Sol y son importantes en la comunicación y reconocimiento facial.
El cabello en la cabeza nos protege del Sol y nos ayuda a mantener el calor.
El vello púbico tiene funciones similares al vello de las axilas, también reduce la fricción, disemina feromonas, mantiene el calor y además protege contra microorganismos.
7. Las amígdalas.
Son una excelente primera línea de defensa.
Cuando hablamos de ellas casi siempre nos referimos a las amígdalas palatinas, pero se componen además, de las amígdalas linguales y tubáricas y los adenoides.
En la superficie de las amígdalas hay células que capturan antígenos producidos por microorganismos y luego estas células llaman a otras células inmunitarias para atacarlos.
Cuando están defendiendo tu cuerpo contra virus o bacterias se suelen inflamar, pero también pueden inflamarse por alergias, Epstein-Barr, reflujo, sífilis, gonorrea y cáncer.
Y aunque tienen un papel importante de protección, sobre todo en la infancia, a veces pueden permanecer inflamadas por mucho tiempo y producir problemas de sueño, abscesos, enfermedades renales, fiebre reumática y problemas cardiacos y por eso a veces es necesario quitarlas.
La amigdalectomía solía ser muuuy común y se pensaba que no tenía consecuencias.
Hoy sabemos que las personas sin amígdalas son tres veces más propensas a sufrir infecciones, enfermedades respiratorias y alergias y remover los adenoides te hace hasta cinco veces más propenso a tener sinusitis y otitis media.
Pero eso no quita que a veces la extracción sea necesaria.
¡Curiosamente!
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