西语助手

Mira qué gran paquete nos ha llegado el día de hoy.

Contiene una especie de proyectiles envueltos en un embalaje blando.

Abrámoslos y veamos qué hay dentro.

Bien, saque el contenido de la bolsa de papel y resultará ser el verdadero fruto del árbol de cacao.

Así es, el que se usa para ser chocolate de verdad.

He estado navegando por Internet durante casi un año con la esperanza de encontrar un vendedor que me enviara la fruta.

Y ahora vamos a mostrarte el proceso completo de producción de chocolate a partir de esta enorme fruta,
tal y como se elaboran las fábricas de chocolate.

Tenemos que entrar y extraer todo el relleno.

Algunas personas en Internet simplemente los abren con un golpe fuerte y poderoso.

Aparentemente no somos lo suficientemente fuertes, por lo que es mejor usar un cuchillo afilado.

¡Mira esa hermosa oruga blanca!

Desafortunadamente nuestros granos de cacao no estaban completamente maduros y todavía estaban demasiado duros.

No se nos ocurrió nada mejor que volver a poner la tapa,
envolver la con cinta adhesiva azul y poner la fruta de cacao en el arfeizar de la ventana,
donde maduraría mientras tomábamos el sol.

Una semana después abrimos la fruta y a primera vista nada ha cambiado,
pero al tocar la pulpa podemos ver que se ha vuelto bastante blanda y segrega una baba espesa y pegajosa,
parece que eso es exactamente lo que necesitamos,
así que extraemos la oruga blanca.

Y las separamos en granos de cacao separados.

En realidad aún no podemos ver las semillas porque están cubiertas con una capa blanca que aparentemente las protege de las plagas.

El recubrimiento en sí es muy sabroso,
ligeramente ácido, se asemeja a una fruta cítrica y no tiene nada que ver con el sabor del chocolate.

Pero si incidimos y retiramos esta cubierta blanca,
encontramos una semilla de cacao desnuda que parece un huevo alienígena resbaladizo.

Consiste en pulpa marrón y algunos gusanos rosados, que adquirirán sabor a chocolate muy pronto.

Necesitamos revolver los granos de cacao con las manos desnudas para que las esporas de levadura que se encuentran en todas partes entren en la capa nutritiva y comiencen el proceso de fermentación.

Después de eso ponemos todo en un bolancho, lo presionamos con las manos y lo dejamos toda la noche.

Al día siguiente encontramos la pulpa cubierta con una pelusa delgada que se asemeja al moho.

Es hora de mezclar todo bien una vez más.

Esto estimulará una fermentación aún más activa,
en cuyo proceso el grano de cacao adquirirá elementos que le proporcionarán un olor distintivo y deseado.

En otros tres días las semillas se oscurecieron y produjeron un fuerte olor a alcohol.

Los revolví cada pocas horas y me embriagué un poco con el aroma.

Ya al final del decimo día se veían así.

El contenido de humedad ha disminuido y las semillas han fermentado por completo,
por lo que podemos comenzar a tostar el chocolate.

Lo vertimos en una bandeja para hornear,
lo extendemos uniformemente y los metemos en el horno durante dos horas a una temperatura de ochenta grados centígrados.

Durante este tiempo la humedad se evapora,
las semillas disminuyen de tamaño y se vuelven más sólidas.

No olvides poner el papel pergamino o una rejilla debajo de ellos,
de lo contrario se pegarán al metal y tendrás que separar cada grano de la superficie a mano.

Ahora tenemos que quitar todas las conchas para obtener el interior que se parece al cerebro de alguien.

Se les componen en pedazos más pequeños con bastante facilidad.

Tenemos que pelarlos todos a mano.

Este proceso fue bastante difícil y nos llevó alrededor de una hora.

Eventualmente obtuvimos una gran cantidad de pulpa de grano de cacao que está preparada para convertirse en chocolate.

Todo lo que queda es asarlo por última vez a temperaturas más altas.

Mientras se tuestan pongamos a Estefan en la báscula y veamos cuánto pesa.

¡Vaya! ¡Treinta y tres gramos!

¡Qué gordo eres!

Llegados a este punto tenemos que averiguar cuántos granos de cacao tenemos.

¡Doscientos dos gramos!

¡Excelente!

Es hora de molerlos lo más finamente posible.

Para ello utilizaremos este cuenco de piedra y un palo grueso hecho de la misma piedra.

Vertemos los granos dentro y comenzamos a triturarlos con la esperanza de obtener una pasta de chocolate.

Al principio molían y se desmoronaban bastante bien,
entonces decidí moler los granos de cacao en lugar de triturarlos.

Esto en realidad funcionó un poco mejor y en quince minutos tuve algo como esto.

Bien, definitivamente necesitamos usar algún tipo de aparato.

Encontré una licuadora negra con un recipiente y dos cuchillos afilados en su interior.

Cargué los granos de cacao y comencé a triturarlos.

Parece que está funcionando, es mucho más fácil que moler a mano.

Agregue un poco de azúcar e ideé una forma de moler el cacao sin participación humana.

La licuadora se estaba calentando demasiado en este punto y me preocupaba que se quemara.

Pero fue entonces cuando ocurrió la verdadera magia,
en solo unos segundos, los granos de cacao comenzaron a pasar de un estado sólido a uno líquido.

¡Increíble!

Producimos una pasta de chocolate gruesa,
lo molimos durante otros cinco minutos y lo vertimos en un tazón grande para cargar otro lote.

Los profesionales utilizan máquinas especiales para este fin,
que muelen el chocolate durante horas hasta que alcance una consistencia hermosa.

Como no tengo uno de estos dispositivos encontramos una manera de salir de la situación lo mejor que podemos.

Ahora es el momento de agregar azúcar.

Añadimos quince gramos de azúcar por cada cien gramos de cacao.

Para que el azúcar se disuelva más rápido es necesario calentar la mezcla.

Hace poco pedí esta estufa de gas portátil en Aliexpress y ahora vemos lo que han inventado los chinos.

Está alimentado por un pequeño cilindro de gas que colocamos dentro,
fijamos correctamente y abrimos el suministro de gas.

Al activar el encendedor, la estufa emite una llama azul brillante.

Es arriesgado calentar el recipiente con chocolate directamente,
por lo que ponemos un recipiente de agua debajo que se evaporará y calentamos el recipiente con chocolate con vapor.

Después decidimos añadir un poco de manteca de cacao a la mezcla,
que se vende en forma de estas duras piedras blancas.

Lo derretimos en agua caliente y lo vertimos en el futuro chocolate mezclando bien.

Este molde de silicona flexible se compró para formar las barras de chocolate.

Para ello vertemos lenta y cuidadosamente nuestro chocolate caliente en el.

Por si acaso el molde debe golpearse varias veces contra la mesa para deshacerse de todas las burbujas de aire.

Haremos chocolate con leche con la mezcla restante.

Para hacer esto simplemente agregamos una pequeña cantidad de leche en polvo y mezclamos bien.

Esta mezcla se verterá no solo en un molde para barras de chocolate sino también en moldes para hacer varios dulces de chocolate.

Además tenemos un conjunto de estos lindos emojis,
me pregunto si todos los detalles de sus rostros serán moldeados correctamente.

Mientras el chocolate negro se solidifica,
también les mostraremos como se hace el chocolate blanco.

Toma ciento cincuenta gramos de manteca de cacao y derrítela hasta que quede líquida.

Mezcla dos cucharadas de azúcar en polvo y una cucharada de leche en polvo en una taza aparte.

Agregamos la mezcla seca a la mantequilla y vertemos todo en los moldes.

Nuestras tabletas de chocolate se han dejado en una habitación fresca durante unas horas para que la mezcla se endurezca.

Y ahora podemos comenzar el desmoldeo.

La vara de chocolate negro está ligeramente doblada.
pero aun así mira esos cubos brillantes frescos.

Otra prueba importante es asegurarse de que el chocolate este quebradizo.

Debe hacer un sonido distintivo cuando se rompe.

Es natural, casero y realmente delicioso.

El chocolate con leche también resultó ser perfecto.

Había algo de semola de leche en polvo.
aparentemente la mezclamos mal, pero en cuanto a mí no afectó el sabor.

El chocolate blanco resultó ser el más quebradizo.

Escuchen este clic.

Suena como romper una baldosa de cerámica.

Pero lo más interesante está por venir.

Tenemos que averiguar si logramos hacer hermosos moldes de nuestros dulces y emojis.

Bien, comencemos con el osito.

Se ve muy bien al igual que el comprado en la tienda.

El siguiente que viene es este simpático cerdito.

Saquemos los emojis del molde.

Algunos de ellos contienen pequeñas burbujas de aire.
pero apenas se notan, y por supuesto no cambia su sabor.

Por último, hemos querido sorprenderte con un hombre gigante de Lego.

Se ve genial, ¿no?

Seguro que no puedes comprar Lego de chocolate en la tienda.

Logramos hacer toda esta belleza en casa pasando por todo el proceso.

Creo que merecemos desbloquear el logro de pastelero.

Escribe en los comentarios que tipo de dulces sueles hacer en casa.