西语助手
2025-08-07
El chef Rodolfo me va a enseñar a abrir un plátano.
Primero se quita las dos cabezas.
Luego... Ahí ve.
Ay, cabrón. ¿Viste eso?
O sea, estuve a milímetros, yo creo.
¡Guau!
Oiga, no.
O sea, estoy bien, pero estuve a milímetros.
Esto no es juego para todos.
Bienvenidos, bienvenidas a una edición más de Luisillo, El Gordillo.
Nos encontramos en República Dominicana,
un país bien conocido por su gente tan sabrosa,
por sus fiestas por doquier y, por supuesto,
por su exquisita gastronomía.
En este video vamos a probar de todo un poquito.
Vamos a beber, vamos a platicar con los locales.
Tenemos un tremendo y engordante aventurón por delante.
Las delicias de República Dominicana nos esperan.
Vamos a darle.
Un día en Dominicana se comienza con toda la energía tras comer un buen mangú.
Hemos venido a este río en el cual las personas se juntan los fines de semana a pasarla bien,
echar la diversión en familia, porque en un sitio así sí que se degusta de una manera muy auténtica.
El mangú es básicamente un puré de plátano con ingredientes al gusto y lo va a saber muchísimo en todas las cocinas,
sobre todo por las mañanas.
Todo dominicano sabe que un mangú se acompaña con los tres golpes clásicos el huevo,
salami y queso frito.
No, hombre, un desayuno, pero de campeones.
Vamos a ver, vamos a darle su buena probadita.
Probechito.
Es que es bien sabroso.
Es como dulcito, por las notas del plátano,
pero a la vez, según el sazón de la cocinera o el cocinero,
puede quedar saladito, ajoso, incluso a veces un poquito agrio.
Larga vida el mangú, toda una delicia.
Miren que la fiebre por el mangú es tal que incluso McDonald's tiene su versión,
llamada, por supuesto, McMangú.
Se sirve solamente en las mañanas.
Me lo pedía ahorita con tantito huevo, tantito tocino.
Me lo vendieron por 300 pesos, algo así como 5 dólares.
Claramente no es el mejor mangú que hay.
Sabe muy industrializado, nada como el mangú de la fondita de la calle, pero aún así sabroso.
El mangú está por doquier y esto es la clara muestra de ello.
En las carreteras dominicanas es de lo más común encontrarte con chicharronerías.
Puestitos que queman madera, te cocinan el cerdo de una manera muy sabrosa, un sazón muy auténtico.
Está bien cool ver cómo trabajan las personas aquí.
Un poquito arriesgado porque pasan los coches a toda velocidad,
a escasos metros, e incluso centímetros de ellos,
por unos 500 pesos, algo así como ocho dólares,
nos han vendido este platito, que nos incluye papa,
nos incluye tantita yuca y, por supuesto, el cerdo.
Oye, qué buena cocción, bien sabroso, bien barato, buena manera de matar el hambre en carretera.
Endulcemos el paladar con un poco de habichuela con dulce.
Esto está curiosísimo, los dominicanos preparan un postre cuya base es lo que en otros países llamamos el frijol.
Sin duda, para los extranjeros esto es algo muy impactante,
estamos acostumbrados a que el frijol sea algo salado.
Hasta la apariencia, no sé.
Yo, siendo mexicano, parecen como unos frijolitos charros.
Pero no, es dulce, es para echártelo después de atragantarte.
Qué curioso.
A ver, vamos a intentar describirlo.
Es que claramente el sabor a habichuela, al frijol, está ahí.
Vaya, lo que yo le echo a mis huevitos en la mañana,
a mis tacos, esas son esas notas, pero como con azúcar y con de canela.
Sabroso está, suculento está.
Entiendo por qué este postre los envenena, les encanta por acá.
Un platillo un poco controversial por estas tierras es el mofongo.
Muchos dicen que esta receta es dominicana, mientras otros afirman que es de Puerto Rico.
Algo así como lo que pasa con la arepa, ¿es venezolana o es colombiana?
O con el pisco, ¿es chileno o es peruano.
Una rivalidad similar tienen los dominicanos con los boricuas cuando de mofongo se habla.
A grandes rasgos, lo que es, es un platillo hecho a base de plátano.
El plátano se fríe, luego se tritura,
siendo una especie de puré, el cual se mezcla con ajo,
hierbas, hasta chicharrón le ponen adentro.
En esta versión que me sirvieron, podemos ver que el chicharrón de igual manera se colocó por fuera,
se adornó con aguacate y pico de gallo en la parte superior y se acompaña con una salsa de cuatro, que quesos.
Esta es la receta del lugar donde nos están cocinando,
que es un lugar como muy gourmet, muy top,
pero puede variar muchísimo.
Pues venga a probar el mofongo.
Hasta sabe rico decirlo, ¿no?
Mofongo.
¡Guau!
Esto está pero verdaderamente delicioso.
A ver, así se los voy a describir.
Me imagino que muchos de ustedes sabrán lo que es una causa peruana.
Este pastelito hecho a base de papa, que le pueden poner huevo, pollo, etcétera.
Más o menos esta consistencia, este deleite en la boca y también visual.
Pero, por supuesto, hecho a base de plátano, por lo que las notas son un poquito más dulces.
El chicharrón, como lo prepararon aquí, le queda rebién.
Y acompañado con esta salsa, que repito,
esta fue decisión de él o la cocinera,
le da un toque húmedo que lo hace fácil de tragar, de digerir.
La verdad, me ha encantado.
Altísima, larguísima vida al mofongo.
Sí, el mofongo es importante para los dominicanos, porque realmente es un plato que viene del campo.
Se hace con envase de plata.
Tiene un ingrediente que tiene chicarrón,
tiene una salsa que le llaman guasacaca y le da un muy buen toque,
muy buen sabor.
El chef Rodolfo me va a enseñar a abrir un plátano,
porque me dicen que aquí en Dominicana uno tiene que ser cuidadoso con este tema.
Me han contado de casos que personalidades públicas han pelado un plátano,
vaya, como cotidianamente se hace, que lo pelas así, y no, no, no, es indebido.
Entonces, tienes que saber cómo darle.
Bueno, para pelar el plátano, primero le quitamos las dos cabezas.
Aquí, le quitamos esta.
Okey, ajá.
Le damos así.
Okey.
No, esto sí es un arte.
Espérate.
Entonces, aquí lo levanta aquí.
¡Ah! Perro.
No, eso sí fue, pero un arte.
Espérate.
Vean este plátano perfectamente pelado.
Es un arte, chef.
Okey, a ver, primero se quita las dos cabezas.
Al paso.
Sí, no.
Llegué a Dominicana con diez dedos, me fui con ocho.
Entonces, luego.
Ahí ve.
¡Ay, cabrón!
¿Viste eso?
O sea, estuve a milímetros, yo creo.
Oiga, no, o sea, estoy bien, pero estuve a milímetros.
Esto no es juego para todos.
Entonces, vean, básicamente es como aflojar de cierta manera la cáscara del plátano.
Y entonces, vas quitando pedazo.
Y luego, este yo creo que ya puedo con la mano, ¿no?
Ahora, al estar bien verde, esto hace que la cáscara se pegue más, ¿no?
Esta posición no.
Esta posición está curiosa, ¿no?
Está rara, aquí. Híjole, ya aquí la gente dominicana viendo el video ya se está molestando por esto.
No, mean, sí pude.
No, mean.
Calificación, chef.
Te vamos a dar un 8.
Un 8 de 10, estamos bien.
Cuando vengan a Dominicana, así es como se debe pelar un plátano.
Una manera muy auténtica de comer en Dominicana es en un comedor.
Me trajeron a este establecimiento de lo más auténtico,
llamado comedor La Sierra, en donde por la cantidad de 170 pesos te dan una comida completa,
hasta con agüita incluida.
Ya me pedí aquí mi moro de guandules con guineo, tantita carnita de cerdo.
Luego, pasas a sentarte acá y cambia todo por completo.
Acá, calladito, aire acondicionado.
Llegas acá, te sientas a tu conveniencia.
Una maravilla.
Y bueno, aquí ya uno se sirve el agua a su conveniencia con este purificador.
Sabrosito, suculento.
A degustar.
Y vamos a empezar con el arroz.
¿Cómo era mondongo?
Moro de guandules.
Moro de guandules.
Es una palabra difícil, no me juzguen.
Morito de Guandule.
Esta me ha encantado.
Una comida de campeones auténticamente dominicana.
Chequen esto, esta es una maravilla, una pequeña intervención de Luisillo el borrachillo.
Acá en República Dominicana es legal beber alcohol en la calle.
Entonces, te encuentras a gente acá como el jefe.
¿Cómo se llama usted, jefe?
Junior.
Junior Toribio.
¿A cuánto la vende Junior?
A 250.
Eso está rebién.
No, yo quiero una, por favor.
Veo que es la Presidente Light.
Esta, Junior, es la más sabrosa.
La más sabrosa, la República Dominicana.
Salucita.
¿Cómo brindan aquí?
¿Qué dice la gente?
Muy bien, muy buena.
Muy bien, muy buena.
Sí.
Con tus amigos, venga.
Pues muy bien, muy buena.
Oiga, Junior, qué sabroso.
Se puede sentar.
O sea, aquí con el servicio, usted me incluye la silla y todo.
Sí, con servicio completo.
Oiga, eso está bueno.
Junior nos da un gran servicio.
Entonces, vean aquí, por mis 250 pesitos,
me siento acá, me relajo un ratito bajo la sombra de la mata y a refrescarnos.
Como debe ser, mi Junior.
Pues a Lucita, ya se la saben.
Siguiendo con la intervención de Luisillo,
el borrachillo, hemos venido a este lugar bien clásico,
llamado Casa Badr, que lleva abierto desde 1939.
Entre muchas cosas que lo caracterizan,
está el hecho de que aquí, durante 60 años,
no podían entrar mujeres.
Era un salón únicamente de caballeros para venir a echar un purito,
para venirte a echar un buen ron, un buen cervezón.
Hasta la fecha, se caracteriza por tener una amplísima variedad de cervezas de todas partes del mundo,
de los mejores rones de República Dominicana e incluso sus propios puros,
sus propios tabacos, hechos exclusivamente para este bar.
Él es el buen César, de hecho, fue su abuelo quien fundó este lugar.
Es un patrimonio de Santiago, del país.
Yo soy la tercera generación, soy nieto y quiero seguir y mantener.
Hay mucha historia aquí.
Prácticamente, yo nací aquí, fue mi abuelo que lo fundó y Y la idea es el servicio.
Todo el mundo se trata como si fuera tu casa.
Entonces, tenemos una variedad superamplia de bebidas, de cigarros.
Y es un lugar mágico.
Vamos a probar uno de los runs clásicos de dominicano,
uno de los mejores, me dicen que se llama Brugal.
Salucita, Así en las rocas, así es como se debe beber.
Así es como debe ser esta cosa, esta delicia.
Y aprovechando que estamos probando algunas bebidas, quiero platicarles algo.
Y es que aquí en Dominicana, la marca internacional Coca-Cola hizo una fusión de Fanta,
uno de sus productos más vendidos internacionalmente,
con una marca local llamada Country Club.
A ver, como pasa en todo el mundo, Coca-Cola llega, compra fábricas locales, compra marcas.
Entonces, como básicamente era una bebida muy similar lo que es el Country Club y la Fanta dijeron:
No, vamos a fusionarlo de una.
Y aumentamos las ventas, dando como resultado que hoy en día las botellas dicen tanto Fanta como Country Club.
Me dicen que este sabor de aquí, el sabor de merengue,
es como uno de los únicos, de los clásicos por aquí.
Vamos a probarlo, a ver qué tal.
Está riquísimo.
Es lo que en muchos países llaman el refresco de cola con K,
como lo que es la Inca Kola, como lo que es la Colombiana.
Sí, es ese sabor totalmente, que está riquísimo, está delicioso.
Ya lo saben, si quieren un bar bien auténtico en Dominicana,
en específico en la ciudad de Santiago de los Caballeros,
vengan a la Sala de Caballeros por Excelencia,
Casa Bader, con más de 80 años de historia.
Vean esto, yo no sabía que en Dominicana también existen las arepas,
pero a diferencia de lo que es en Colombia,
en Venezuela, aquí es muy, pero muy diferente.
Es este platillo, yo lo definiría como un pastelito, como un comprimido de maíz.
Acá el buen Juan Arepa, te haces llamar, ¿verdad?
Sí, Arepa te dio la vuelta.
Me gusta.
La arepa es un producto bueno aquí para la sociedad, tú sabes, para los dominicanos.
Los tigres de allá arriba, la 42, les gusta mucho la arepa también, eso los ponía a fumar mucho.
Pues por 30 pesitos dominicanos, algo así como medio dólar,
tenemos acá el bebanadón, bastante dadivoso.
Está muy interesante esto.
Es como un pastel de elote, como un pie de elote,
pero con el centro ligeramente aguadito,
como no cocí recién.
Y esto le da una consistencia bien que muy suculenta.
Ya saben, cuando vengan al barrio de la 42,
ahí con el buen Juan, él les consigue las adepas chonchas que en sus palabras se ponen a fumar.
En Dominicana, por todos lados, uno se va a encontrar con un puesto de picapollo,
y básicamente es un pollo frito.
De hecho, el picapollo original viene siendo como el Kentucky Fried dominicano,
se acompaña con su buen plátano frito,
con sus tostones, le puedes poner papas al gusto,
arroz, lentejas, tú nómbralo.
Por 120 pesos, unos 2 dólares, nos hemos comprado un buen plato con su picapollo fritito,
su banana verde, que me dicen que la banana verde no va tanto con el picapollo,
pero a mí me gusta mucho, está muy sabrosa.
No nos compliquemos mucho, es un pollo, provechito.
No hay mucho que describir, yo creo que todos nos hemos comido un buen pollito frito,
pero claro que que se tiene que mencionar porque es muy típico,
están en cada esquina.
¡Qué sabroso se está comiendo!
Vean, ahorita caminando por la calle nos encontramos a un vendedor de los clásicos palitos de coco.
Es básicamente unos dulces que reciben su nombre porque en efecto son unos palitos.
Y este dulce de aquí está hecho a base de coco.
A ver qué tal el palito de 25 dominicanos, unos 30 centavos de dólar.
Está bien carameloso.
Está bien rico, es básicamente una bola de coco con caramelo.
Sinceramente, muy deliciosa.
Un buen jalón de azúcar para tener energía para el resto del día. Una vez que cae la noche,
empiezan a abrir muchos más puestos y con platillos únicos para los vampireos de la vida nocturna.
Vamos a probar uno de los más clásicos de los Caballeros de la Noche, que es la Yarua.
Básicamente, se trata de niveles de carne con queso,
se le puede poner plátano maduro, papas al gusto.
Este que nos pedimos en este lugar, que nos encontramos,
que por cierto está bien cool, es como un camioncito así de escuela viejo,
convertido en un restaurante.
Me gusta el estilo, me gusta la intención, tiene muchas mesitas acá.
Esta Yarua me la vendieron en 240, algo así como unos 4 dólares.
Pues venga a ver qué tal la Yaroita.
Provechito.
¿Qué es esto?
A ver, está rico, pero está difícil de describir.
Entiendo por qué les gusta tanto, pero es que no le hay una descripción fija.
Para mis amigos mexicanos, les diré que es el equivalente como a unos buenos chilaquiles.
Obviamente, sin el maíz y tal, pero me refiero como a la textura en tu boca,
como aguadito, como bien sustancioso.
Básicamente, carnes diferentes.
Bien llenador este platito.
Ideal para bajarte la borrachera.
Perfecto para darle cuerpo al vómito cuando uno está bebiendo.
Sabrosa la Yaroa.
Vamos a probar un famosísimo, legendario, riki-taki.
Desde que escuché el nombre de este platillo, me dio mucha curiosidad.
Me suena como a una franquicia de tacos que están ricos, los riki-takis.
El origen el nombre Ricky Taki, de hecho, está muy interesante.
Resulta que el supuesto creador se llamaba Ricky,
y él gritaba en su puesto: Ricky está aquí,
Ricky está aquí, es decir, Ricky está aquí.
Entonces, de ahí la gente decía: Vamos con el Ricky Taki, un Ricky Taki, por favor.
Y así se le quedó formando hoy en día parte de la cultura gastronómica de varias ciudades de Dominicana.
Y básicamente este es un sándwich, un emparedado de la vida nocturna.
Bueno, el riqui, en primer lugar, el pan.
Esa es una de las materias principales,
porque al pan le vamos a agregar la carne molida,
un huevo hervido y repollo.
Si alguien lo desea con su cebollita, también le ponemos la salsa, se le pone al gusto.
Todo esto se hace a la plancha para que quede bien,
pero bien sabroso y te lo venden en 100 pesos,
que viene siendo algo así como dólar y medio.
Pues venga, no se diga más, a probar el riquitaki.
Aquí la maestra cocinera.
Se quedó rebién. Y miren que me quise ver valiente porque yo le dije: Échale salsa picante bien a mí.
Aquí, la verdad, no comen picante.
Y yo estoy acostumbrado en el picante, entonces dije: Échale bien.
Y no, mira, sí picó él.
Un muy buen almuerzo, comida o cena a un precio más que accesible.
Pues tremenda aventura gastronómica que ha sido esta.
Sin duda, nos vamos de este país con unos kilitos de más. ¿Qué fue lo que más se les ha antojado?
¿Qué se parece a lo que vendan en sus localidades?
Los leo abajo en los comentarios.
Muchísimas gracias por haberme acompañado en una aventura más. Nos vemos,
como siempre, ya lo saben, en unos días con un video nuevo.
Adiós.
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