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Taylor Swift aterrizará en el nuevo Bernabéu en los próximos días y con ella el Real Madrid va a transformar por completo su estadio en un reto sin precedentes,
ganando mucho dinerito en ese proceso y a pocas horas de jugar una final de la Champions.

Una verdadera locura.

65.000 personas abarrotarán el estadio del Real Madrid para ver a la cantante estadounidense y su espectacular show los días 29 y 30 de mayo.

Eventos que requieren de mucha logística empezando por el montaje,
porque el Bernabéu pasará de ser un simple estadio de fútbol al mayor recinto de conciertos de toda Europa.

Para hacer este vídeo nos vamos a apoyar en la reconstrucción del gran Javier Caireta Serra,
el mejor creador de contenido del Real Madrid en este sentido de remodelaciones o de proyecciones del estadio,
porque lo que ha hecho ha sido absolutamente brutal.

El equipo de Ancelotti acabó el último partido de Liga el pasado sábado a eso de las 11 de la noche.

Y desde ese momento se estima que en un equipo de aproximadamente 500 operarios están llevando a cabo esta transformación.

Taylor Swift y su gira traen consigo un escenario absolutamente brutal, de proporciones bíblicas.

Es más, el Real Madrid ha dejado instalaciones suyas de Valdebebas para que el equipo de la cantante pueda dejar allí todos sus camiones.

Aproximadamente 69 camiones descansarán en la ciudad de Real Madrid.

Como sabemos, el nuevo Estadio Santiago Bernabéu cuenta con las últimas tecnologías en todos los sentidos,
y esas mismas innovaciones son las que se van a emplear al 100% en eventos de este estilo.

El primer paso de esta transformación fue evidentemente el de guardar el césped en ese hipogeo,
algo habitual que se viene haciendo por el tema de las obras,
pero no por ello deja de ser destacable.

Sin césped, los 200 camiones que se espera que vayan a pasar por el estadio para montar ya no solo el escenario,
sino todo lo que tiene que ver con el concierto,
van a poder entrar y salir sin ningún tipo de problema.

Todo ello para poder tener en el feudo blanco un concierto histórico,
un concierto en el que siguiendo las cosas buenas que nos ha traído la remodelación se va a utilizar la cubierta retráctil y ya no solo a modo de previsión meteorológica,
sino que también para darle un punto más en esa iluminación.

Es decir también que a pesar de poder utilizarse ese videomarcador 360 grados,
no se espera nada especial para este concierto simplemente porque el propio equipo de Taylor Swift no tiene nada específico para animarlo.

Un concierto sin precedentes con 65.000 personas que van a dejar en las arcas del club una buena cantidad de dinero.

El precio medio de la entrada más barata está estipulado en los 100 euros.

Y aunque existe una confidencialidad clara en estos temas,
se estima que el concierto vaya a generar en torno a los 10 millones de euros.

Se supone que el Real Madrid se va a llevar íntegramente 3 millones de euros por cada concierto.

Es decir, 6 millones por el paso de Taylor Swift por su estrella.

Una vez acabado el concierto llega otra contrarreloj porque tan solo 40 horas más tarde de la finalización del segundo concierto de la cantante estadounidense,
el Real Madrid juega una final de la Champions y en su estadio se podrá ver el partido.

Todo un reto, toda una carrera contrarreloj que tendrá una cuenta atrás de 30 horas para poder montar esas pantallas en las que el aficionado madridista podrá ver el partido.

De la medianoche del jueves para el viernes al sábado por la mañana tiene que estar todo retirado y montadas las nuevas pantallas.

Si bien es cierto que es mucho más fácil desmontar que montar, el reto es mayúsculo.

Es obvio que el nuevo Santiago Bernabéu no va a estar generando por sí solo 3 millones al día para el Real Madrid.

Eventos de estas características y condiciones no se producen todos los días,
pero es una buena seña para darnos cuenta del potencial,
de la capacidad de esta gran obra de Florentino Pérez y todo lo que va a repercutir en positivo para el Real Madrid.