西语助手
2022-05-30
Ey, Hola a todos!
Bienvenidos a un nuevo vídeo de Sapiencia Práctica.
¿No te ha pasado alguna vez que a la hora de relacionarte con los demás te has quedado sin tema de conversación y no has sabido qué decir?
Las personas más extrovertidas ya saben que,
en la mayoría de ocasiones, tener un tema de conversación planeado no es lo más eficaz para solucionar esta incómoda situación.
Es más, es probable que el simple hecho de intentar ceñirse a un guion haga que el diálogo no sea del todo fluido,
y que se trabe por culpa de un montón de silencios incómodos y argumentos forzados.
Lo que está claro es que saber iniciar conversaciones fácilmente tiene muchas ventajas en ciertos contextos,
así que por eso en este vídeo te enseñaré 6 actitudes,
trucos y estrategias para iniciar fácilmente una conversación.
Número 1: No temas hacer el ridículo y sé asertivo.
Que no sea necesario tener un tema de conversación inicial no significa que la primera impresión tenga poca importancia.
Todo lo contrario.
Por eso, hagas lo que hagas debes hacerlo de manera que no te haga parecer vulnerable,
que te haga aparentar inseguridad, o que transmita exteriormente que tienes la sensación de estar haciendo el ridículo.
Conviene que seas asertivo y muestres gran confianza en lo que dices o haces.
Porque cualquier acción, por muy tonta que sea,
tiene muchas posibilidades de no parecerlo si dejas claro que estás haciendo justo lo que quieres hacer en ese preciso momento.
Número 2: Conversa sobre una referencia compartida.
Si quieres empezar una conversación con alguien a quien no conoces apenas,
lo mejor es comenzar con un tema vinculado con algo que ambos podáis compartir.
Si hablas sobre una película, no sabrás si la otra persona entenderá la referencia,
pero si hablas sobre algo que está cerca de ambos, sí.
Por ejemplo, puedes hacer un comentario sobre un elemento visual que la otra persona también puede observar y que te haya llamado la atención.
Este comentario, siempre que no resulte grosero,
es un buen comienzo, ya que a pesar de que queda claro que no será la columna vertebral de la conversación,
pues no da para hablar mucho, es algo de lo que tanto el emisor como el receptor se pueden percatar,
suponiendo claro está que estén en el mismo espacio o viendo lo mismo.
Y esta experiencia compartida es una conexión directa que facilitará mucho el resto de la conversación.
Número 3: Sonríe y el mundo te sonreirá.
Con un simple gesto como una sonrisa podrás causar una buena impresión incluso antes de empezar a hablar.
A estas alturas todo el mundo es consciente del poder de la sonrisa.
Diversos estudios concluyen que solamente con asentir con la cabeza o esbozar una sonrisa cuando te cruzas con un desconocido por la calle se puede crear una conexión entre ambas personas.
Otras investigaciones similares indican con claridad que sonreír incrementa tu atractivo para los demás.
Pero ojo: esto no quiere decir que tengas que forzar permanentemente una mueca de alegría en tu cara.
Más importante que sonreír es la actitud que mantengas, que debe ser adecuada a cada situación.
En cualquier caso, cuando vayas a entablar una conversación por primera vez con alguien debes mostrar una actitud positiva y amistosa,
y esto generalmente se manifiesta con una sincera sonrisa.
Número 4: Hablar de lo cotidiano no es pecado.
No hay nada de malo en hablar sobre los pequeños detalles del día a día o tus gustos y aficiones.
Aunque pienses que conversar sobre esto hará que la otra persona pierda interés por haber sacado un tema de conversación tan sencillo u ordinario,
ocurre justo lo contrario.
Al fin y al cabo, si en todas las conversaciones se tratasen temas muy abstractos y complejos,
la vida sería algo muy aburrido, ¿no crees?
Además, hablar sobre esto hace muy fácil ir cambiando de tema y crear historias con las que la otra persona se pueda sentir identificada,
generando así una conexión duradera y cada vez más profunda.
Número 5: Adáptate a su lenguaje corporal.
Este pequeño truco te ayudará a que la otra persona se sienta más cómoda.
Observa atentamente el lenguaje corporal que expresa, e imítalo.
Por ejemplo, si ves que es una persona que expresa una actitud a la defensiva,
intenta hacer lo mismo de una forma parecida,
pero que sea menos intensa.
Inconscientemente, la otra parte tenderá a imitarte,
logrando así que al poco tiempo ambos estéis en una postura y un ambiente mucho más relajado.
Y número 6: Muestra curiosidad por lo que está diciendo la otra persona.
Aunque esta estrategia puede ser de gran ayuda,
puede también tener el efecto inesperado de que la otra persona piense que eres alguien demasiado curioso.
Se trata de mostrar interés por lo que la otra persona te está contando para de esta forma hacerle ver que estás escuchando lo que te dice.
El límite está en no preguntar en exceso o cuestiones demasiado personales cuando todavía no se tiene la confianza suficiente.
Si por ejemplo estáis hablando sobre deportes, pregúntale si practica alguno en su tiempo libre.
Esto te dará pie a conocerle más y, ¿quién sabe?
quizá así es como comiences una gran amistad que podría durar toda la vida…
¿Conocías estas pequeñas estrategias o trucos para mantener viva la conversación y crear la adecuada conexión con la otra persona?
¿Usas algún otro truco que te resulte especialmente efectivo?
¡Háznoslo saber en los comentarios de abajo!
Y si este vídeo te ha resultado útil,
compártelo con tus amigos y suscríbete al canal para que te avisemos de los nuevos contenidos…
Y, como siempre, ¡gracias por vernos!
沙发还没有被抢走,赶紧过来坐会吧