西语助手
2020-02-06
¡Tiktakers!
Rápido, no hay tiempo!
Poneos ya el abrigo más grueso que tengáis, unas buenas botas y una bufanda calentita, porque nos vamos de viaje al círculo polar ártico a ver uno de los fenómenos naturales más hermosos: las auroras boreales.
Aunque sería más correcto hablar de auroras polares, ya que dependiendo del hemisferio en que se produzcan pueden ser boreales o australes.
Su nombre proviene de Aurora, la diosa del amanecer, que en la mitología romana vuela por el firmamento para anunciar la llegada del sol.
Se trata de un fenómeno por el que vemos varias luces y brillos en el cielo nocturno.
Normalmente son de color verde, pero pueden tener tonos rojizos o azulados.
Y además de sus impresionantes colores. . .
¡también emiten sonidos a cierta distancia del suelo!
Guau, parecen cosas de magia, ¿verdad?
Pero en realidad son causadas por nuestra estrella favorita.
El Sol está continuamente emitiendo partículas, en una corriente de energía conocida como viento solar.
Cuando llegan a la Tierra impactan en la atmósfera, donde quedan atrapadas.
Una vez allí, los campos electromagnéticos de nuestro planeta las desplazan hasta las zonas próximas a los polos. Cuando se acumulan muchas de estas partículas, estas chocan con el aire y emiten energía en forma de luz.
Aunque parezca mentira, las auroras polares se forman en la termosfera, a unos 100km de altura.
¡Y pueden verse desde el espacio!
Desafortunadamente, observarlas desde la Tierra resulta algo más complicado, y hay que tener en cuenta varios factores.
El primero es que las auroras se producen en zonas próximas a los círculos polares: Canadá, Islandia, Noruega, Suecia o Finlandia en el hemisferio norte, o Nueva Zelanda, Australia y la Antártida en el sur.
El segundo es que hay una determinada época para disfrutarlas: de septiembre a marzo en el norte y de marzo a septiembre en el sur.
Esto es porque solo se ven de noche, y como en invierno son más largas, resultan más fáciles de observar.
También debemos alejarnos de las grandes ciudades, para evitar la contaminación lumínica, y por último mirar hacia el norte!
Ahora ya sabemos dónde y cuándo verlas, pero aún así… las auroras polares son un tanto peculiares.
Incluso teniendo toda esta información, es muy difícil saber si un día en concreto podremos contemplarlas o no, porque no siempre se producen.
Y además, pueden durar toda una noche o tan solo unos pocos minutos, ¡son totalmente impredecibles!
Seguro que todo esto os suena muy místico. . .
y es lo mismo que debieron de pensar nuestros antepasados, que rodearon a las auroras boreales de mitos y leyendas.
Por ejemplo, los esquimales creían que estas luces eran espíritus que jugaban en el cielo, y por eso nunca dejaban salir a sus hijos por la noche: para evitar que se los llevaran.
Los vikingos en cambio creían que se trataban de las valkirias, diosas guerreras de la mitología nórdica e hijas de Odín.
Éstas llevaban armaduras de oro puro que relucían cuando surcaban el cielo en sus caballos alados, en busca de los caídos en batalla.
Y una última curiosidad: aunque estos pueblos se quedaron totalmente embobados por estas luces. . . en la actualidad es difícil asombrar a los habitantes de estas zonas.
Y es que allí son fenómenos tan comunes que ya no les sorprenden demasiado.
¡Como para nosotros un día de tormenta!
Tik y Tak ya han tomado buena nota, ¡están deseando ver una aurora boreal!
¿Y vosotros?
¿Os apetece ir en la búsqueda de estas fascinantes luces?
Decidnos en los comentarios a qué lugar viajaríais para verlas!
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