西语助手
2020-04-05
Que Japón es un país muy particular, con sus costumbres y señas de identidad, es algo que ya sabíamos.
¡Quizá por eso nos encanta tanto sumergirnos en su cultura!
Uno de los rituales más bellos y esperados cada año, con la llegada de la primavera, es el Sakura.
Este término significa literalmente "cerezo en flor", pero se utiliza también para designar al momento en que se produce el espectáculo natural de su aparición.
Aunque el símbolo oficial del país sea el crisantemo, el cerezo tiene una importancia y significado especial sobre el resto de plantas.
Por un lado por su escasa duración, ya al principio de la primavera sus pétalos comienzan a desprenderse en cadena, simbolizando la naturaleza efímera de la vida.
Además al caer tan rápido del árbol, empujados por el viento, no llegan a marchitarse del todo.
Por eso se convirtieron en el emblema de los antiguos guerreros samurai.
Su aspiración era morir en su momento de máximo esplendor, durante la batalla.
No envejecer y "marchitarse", como tampoco lo hace la flor del cerezo.
Existe también la leyenda de que en un principio las sakuras eran de color blanco.
Pero como la costumbre del seppuku o harakiri, un ritual en el que los samuráis se quitaban la vida para evitar una deshonra, solía hacerse delante de un cerezo, las raíces de estos árboles fueron absorbiendo la sangre, y sus flores comenzaron a tornarse rosadas.
Una de las flores de cerezo más bellas, y a la vez más difíciles de encontrar, es la Kikuzakura.
Se pueden llegar a contar hasta 300 pétalos en cada una de ellas, pero sólo nacen en un par de árboles del parque Kenroku, en la ciudad de Kanazawa, por lo que son considerados un tesoro natural.
Durante el año los cerezos permanecen forrados de hojas, o desnudos en invierno, pero al inicio de la primavera florecen, de sur a norte del país, dando a todo un colorido especial.
Los primeros surgen en la isla de Okinawa, a finales de febrero, y los últimos en la de Hokkaidō, a principios de mayo.
El pronóstico de florecimiento o Sakurazensen es anunciado cada año por la Agencia Meteorológica.
Es entonces cuando se celebra en su honor el festival del Hanami, que significa "observar las flores".
Los familiares y amigos se reúnen en los parques bajo la sombra de los cerezos en flor, y a modo de picnic comparten alimentos y reflexionan sobre la belleza de la naturaleza y la fugacidad de la existencia.
También es frecuente ver a empleados de una misma empresa juntándose, o a gente guardando los mejores sitios durante días de antelación.
Algunos continúan el ritual tras la puesta de sol, en lo que se conoce como Yozakura, o "cerezos de noche".
El Hanami es una de las costumbres más hermosas de Japón, y representa a la perfección su filosofía y forma de ver la vida.
Nosotros vamos a seguir su ejemplo, y os animamos a que vosotros también lo hagáis.
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¡Disfrutad de la naturaleza, tiktakers!
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