西语助手
2022-06-08
Hola, queridos hablantes, soy Alberto Bustos.
Los nombres que les damos a los días de la semana vienen del latín y, más concretamente,
de los nombres de los astros del sistema solar, que eran dioses para los romanos.
La excepción son los del fin de semana porque ahí el cristianismo consiguió quitarse de en medio a un par de dioses paganos y en su lugar puso lo que a ellos les interesaba.
El lunes es el día de la Luna.
Su nombre en latín clásico era "dies lunae", o sea, 'el día de la luna'.
Normalmente tendría que haber dado en español "lune", sin ese;
pero la gente normal y corriente decía "lunis" en lugar de "lunae" porque se confundían y le ponían la misma terminación que a "dies martis, jovis" y "veneris",
que eran martes, jueves y viernes, respectivamente.
Además, para abreviar, muchos decían simplemente "lunis", sin "dies" ni nada.
Por eso nuestro nombre actual es "lunes" a secas.
El nuestro es "lunes" a secas, pero no en todas las lenguas románicas se ha perdido el elemento "día".
Por ejemplo, en francés, "lunes" se dice "lundi".
Ay, el francés es que da gusto.
Todo suena…parece que es más fino: ¡lundi!
Esa terminación "-di", que es lo que me interesa,
es lo que ha quedado de la palabra "día" del latín.
Y en catalán "lunes" es "dilluns", lo mismo pero al revés.
El día está al principio.
Esto es así porque en latín el orden de palabras era mucho más libre que el que tenemos en español actualmente,
así que les daba lo mismo decir "dies lunis" que "lunis dies":
tanto monta, monta tanto.
"Martes", por su parte, viene de "dies Martis", que es lo mismo que decir 'día de Marte'.
Era el día que estaba consagrado al dios de la guerra.
Igual que ocurrió con "lunes", en el paso del latín al castellano se perdió la palabra "dies" y nos quedamos solo con "Martis".
E igual que veíamos con "lunes", en catalán y en francés se ha conservado el elemento "día".
En catalán es "dimarts" y en francés se dice "mardi".
Miércoles es el día de Mercurio, que era para los romanos el dios del comercio,
de la elocuencia, de los ladrones, el protector de los viajeros y en sus ratos libres hacía de emisario de los dioses y hasta acompañaba a las almas de los muertos al más allá.
Sí, señor: era un dios pluriempleado.
Normalmente el nombre de su día tendría que haber sido "miércole",
sin la ese al final, pero le pasó algo parecido a lo del lunes.
En la lengua clásica, la lengua culta,
los romanos decían "Mercuri dies" ('día de Mercurio'),
pero como luego se decía "Martis, Jovis" y "Veneris",
la gente normal y corriente se hacía un lío y le metía ahí al final una ese de clavo.
En francés se dice "mercredi" y en catalán "dimecres".
Ya sabes por qué.
El castellano "jueves" viene de "Jovis dies":
el día de Júpiter, que era el jefazo de los dioses del Olimpo.
El viernes era "dies Veneris" o, lo que es lo mismo, "el día de Venus", la diosa del amor.
De "Veneris" a "viernes" hay un buen trecho.
Vamos a ver cuál es el que hemos recorrido.
"Veneris" era una palabra esdrújula.
Por eso, la segunda e se pronunciaba muy débil y es que mucha gente al final se la comía:
decían "venris".
De "veneris" decían "venris".
A fuerza de decirlo así, esa e acabó desapareciendo del todo.
Este fue un estadio intermedio en castellano,
pero el gallego se quedó ahí y por eso en esta lengua se dice "venres".
Sin embargo a los castellanos medievales no les hacía mucha gracia eso de tener una ene y una erre a continuación.
Se ve que les costaba trabajo el pronunciarlo,
así que les dieron la vuelta a las dos consonantes y convirtieron la palabra en "vernes".
Además, la primera e diptongaba porque recibía el acento en la pronunciación... ¡y así es como se formó nuestra palabra "viernes"!
¡Por cierto!
Este cambio de "e" a "ie" es lo mismo que tenemos hoy en "fregar/friego".
Todo depende de dónde caiga el acento cuando hablamos.
Para los romanos el viernes era el día del amor, ¡pero!
cuando llegó el cristianismo...
se acabó la fiesta.
En la tradición cristiana, Jesús murió en viernes, así que en este día se impuso el ayunar.
Pero más radical todavía fue el cambio en los dos últimos días de la semana.
En el calendario romano, el sábado era el día de Saturno y el domingo, el día del Sol.
Esta tradición se conserva en inglés, donde "sábado" es "Saturday" y "domingo",
"Sunday", que son traducidos literalmente como "día de Saturno" y "día del Sol".
En cambio, en castellano y en todas las lenguas románicas el sábado se nombró por el "šábbat" judío.
Esta palabra hebrea significa "descanso" y,
de hecho, el sábado es el día de descanso para el pueblo judío.
Nosotros no hemos tomado la palabra directamente del hebreo.
Esto es una aclaración que hay que hacer.
Primero, los griegos la convirtiron en "sábbaton" y después los romanos se la copiaron y la convirtieron en "sabbatum".
De ahí a "sábado" solo hay un saltito.
Y, por último, "domingo" viene de "dominicus (dies)": 'día del señor'.
El Sol fue desplazado por Cristo porque este es el día en que resucitó Jesús según la tradición.
Y por ese mismo motivo el domingo acabó sustituyendo al sábado como día de celebración religiosa y de descanso.
Pues ya sabes de dónde han salido los nombres de los días de la semana.
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¡Hasta pronto!
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