西语助手
2024-02-27
¡Hola queridos viajeros del mundo!
Bienvenidos al vlog de Una Mochila.
Nos quedamos tan impresionados con Argentina la última vez,
y específicamente con la Patagonia,
que hemos decidido ver esta región de nuevo,
y esta vez desde ambos lados.
En este vídeo haremos un emocionante viaje por la Patagonia argentina y chilena.
Veremos maravillas como el enorme glaciar Perito Moreno,
animales únicos y paisajes naturales que cortan la respiración.
Si estás buscando un sitio alejado del turismo,
donde la naturaleza sigue siendo pura y tan solo quieres perderte en su inmensidad,
la Patagonia está esperándote.
Para que no te pierdas nada, a continuación te traemos los lugares de visita imprescindibles en tu viaje a este maravilloso paraje.
Patagonia es el nombre que recibe una zona situada en el sur de América compartida por Chile y Argentina.
La parte oeste pertenece a Chile, mientras que la región este forma parte del territorio argentino.
La Patagonia chilena y la Patagonia argentina están separadas por la cordillera de los Andes.
Nuestro recorrido ha sido atravesar gran parte de Chile por la carretera austral y visitar icónicos destinos argentinos como El Calafate y Bariloche.
Debido a su ubicación geográfica, relativamente cerca al Polo Sur,
la Patagonia presenta un clima muy frío.
Las nevadas suelen ser abundantes durante el invierno e incluso pueden congelarse los lagos y otros cursos de agua.
En la actualidad, la Patagonia es uno de los centros turísticos más importantes de América.
La belleza de sus paisajes, con montañas,
valles, lagos y ríos, la arquitectura de estilo europeo,
la gastronomía y la posibilidad de practicar diversos deportes,
como esquí, pesca o montañismo, son algunos de los motivos que llevan a miles de turistas a recorrer la región cada año.
Nuestro viaje comienza en Punta Arenas,
la puerta de entrada a la Patagonia chilena,
y nos recibe con su encanto único.
Paseando por sus calles coloridas, pudimos apreciar la arquitectura de sus antiguas casonas y visitar la costanera,
con su famosa obra llamada Circunnavegación.
Se hizo para conmemorar los 500 años desde que los españoles pasaron por el Estrecho de Magallanes.
También pudimos ver cómo eran sus barcos e imaginar lo duro y salvaje de sus largos viajes por el océano.
Desde aquí partimos con destino al Parque Nacional Torres de Paine.
Pero primero hicimos una pequeña parada en Puerto Natales,
conocido por su pintoresco puerto y su animado Skate Park que nos dio la bienvenida con su encanto costero.
Continuando al Parque Nacional Torres del Paine,
pudimos ver de nuevo en este viaje al guanaco,
un mamífero parecido a la llama que habita Suramérica.
El parque es un lugar verdaderamente asombroso,
conocido mundialmente por los macizos que le dan su nombre,
gigantes de granito modelados por la fuerza del hielo glaciar,
lleno de paisajes de montañas imponentes y cumbres nevadas que nos dejaron sin aliento,
un lugar para contemplar y sentir la serenidad que nos brinda la naturaleza.
Y eso no es todo.
En Torres del Paine pudimos visitar encantadores hoteles de madera ubicados al pie de las montañas y conocer agradables visitantes preparando un auténtico asado de cordero patagónico,
parte de la tradición de los gauchos de la Patagonia chilena y argentina.
Después de una noche fría y nevada recorrimos un poco más los miradores del parque para contemplar estas impresionantes montañas bañadas en nieve dignas de una postal.
Después de despedirnos de las torres,
continuamos nuestro viaje hacia Argentina,
hacia el hermoso destino de El Calafate.
El Calafate es una ciudad pequeña de 4.000 habitantes donde sus calles tienen un encanto particular caracterizado por una edificación de casas bajas,
cálidas y rústicas, todo ello en el marco de un paisaje azul que se confunde con el cielo.
En Calafate encontraréis numerosos mercados artesanales,
tiendas de souvenirs y lujosos restaurantes donde se puede probar el tradicional asado argentino.
Aquí pudimos explorar la ciudad y sus encantos,
caminando por su calle principal llena de vida y color.
La ciudad toma su nombre del pequeño arbusto calafate, típico del sur de la Patagonia.
De acuerdo a la tradición, quien come calafate regresa por más.
De acuerdo a la realidad,
quien conoce el calafate no quiere irse del lugar.
Pero lo que nos quitaba el sueño era visitar el glaciar Perito Moreno,
así que, sin pensarlo dos veces, fuimos directos a verlo.
Por lo espectacular de la vista que ofrece,
el glaciar Perito Moreno es considerado la octava maravilla del mundo.
La imponente masa de hielo interminable rodeada de bosques y montañas es un espectáculo que pocos se quieren perder.
El Perito Moreno es uno de los tantos glaciares que forman el Parque Nacional Los Glaciares.
Todos configuran el hielo continental patagónico,
que es una de las reservas de agua potable más importantes del mundo.
Y es que el 90% del agua dulce del planeta se encuentra en las zonas glaciares,
y después de la Antártida y Groenlandia,
le sigue esta región argentina.
Aunque no pudimos caminar sobre él este año,
tuvimos la oportunidad de admirarlo de cerca navegando en bote por el lago argentino.
Es una experiencia emocionante, en la cual puedes caminar por la cubierta del barco y mirarlo desde varios ángulos,
contemplarlo por momentos en silencio,
con el bote detenido y apreciar su fría y azul superficie.
Luego no podíamos alejarnos de esta maravilla del mundo y quisimos verlo desde las pasarelas.
Y desde allí pudimos presenciar el majestuoso glaciar desde más arriba y también desde ángulos diferentes a los del barco.
Tuvimos suerte de ver algunos desprendimientos espectaculares y pudimos grabar solo este.
Para pasar la noche, el Calafate cuenta con hoteles increíbles que brindan unas vistas maravillosas al lago donde reposan los flamingos y transmiten una calma revitalizante.
Algunos incluso tienen espectáculos de tango en vivo,
donde puedes sumergirte en la pasión de esta danza tradicional argentina.
Al día siguiente continuamos nuestro viaje hacia Chile,
pero antes visitamos la estancia de nuestro viejo amigo Esteban Echevarría.
Allí nos esperaba un delicioso cordero patagónico y exquisitos postres naturales de banana con canela.
Además pudimos disfrutar de su exquisito café preparado con mucho esmero.
Continuando nuestro viaje hacia el norte pudimos ver paisajes con unas formaciones rocosas muy interesantes,
y en algún punto incluso un cambio drástico de colores impresionantes donde la tierra mostraba una coloración rojiza muy particular.
Luego cruzamos la frontera de nuevo a Chile para parar en un lugar llamado Chile Chico,
donde tuvimos la suerte de hospedarnos frente al hermoso lago General Carrera.
Los colores del agua y las formaciones montañosas de sus paisajes nos brindó una vista inspiradora junto a los barcos de los carabineros y la Armada de Chile,
que estaban anclados en el lugar.
Al día siguiente nos esperaba una larga ruta,
por lo que arrancamos temprano visitando el Mirador de Chile Chico,
desde donde tuvimos una vista panorámica de la pequeña ciudad y del lago.
Luego continuamos el recorrido por tierra,
siguiendo en paralelo al lago, hasta llegar a una encantadora hacienda llamada Hacienda Tres Lagos,
cerca del Lago Negro y del Lago Bertram.
Allí disfrutamos de la comodidad de chimeneas con leña calentando los espacios,
vistas impresionantes al lago, deliciosa comida y la compañía de animales como vacas y caballos que se refrescaban en el lago.
Después nos dirigimos a Puyuhuapi, pero antes de llegar no podíamos perdernos las cuevas de mármol.
Tomamos una lancha en la costa para visitar estas asombrosas formaciones blancas con manchas negras de sedimentos.
Nos adentramos en algunas de las cuevas y quedamos maravillados con las impresionantes formaciones que se presentaban ante nuestros ojos.
Lo más destacado fue la llamada Catedral de Mármol,
una cueva fascinante que pudimos rodear en la lancha y apreciar desde todos los ángulos.
Continuando nuestro viaje por la carretera austral disfrutamos de paisajes extraordinarios.
Lugares pintorescos en los lagos e incluso tuvimos la fortuna de ver a escasos metros el Huemul,
un misterioso ciervo de la Patagonia que desafortunadamente se encuentra en peligro de extinción.
Luego más paisajes impactantes, montañas y rocas cubiertas de árboles y neblinas por el clima lluvioso.
Aunque el camino se volvió desafiante y casi una aventura 4x4,
pudimos contemplar un escenario que parecía de época jurásica.
Finalmente pudimos llegar a Caleta Gonzalo,
donde se corta la única carretera que atraviesa todo Chile,
y debemos tomar tres ferris para continuar hacia el norte.
En este punto tuvimos que esperar allí porque el ferry sale una vez al día,
pero gracias a ello tuvimos una experiencia única al presenciar algo extraordinario,
una familia de delfines chilenos llamados toninas saltando y jugando cerca de la orilla.
También disfrutamos de un lugar mágico, con cabañas acogedoras frente a una montaña imponente.
Los días lluviosos continuaban y al siguiente tomamos los ferris,
uno de los cuales tuvo una duración de 4 horas.
El recorrido resultó fascinante.
Al final del día llegamos a Puerto Montt, culminando así nuestra travesía por la carretera austral.
Al día siguiente partimos rumbo a Argentina, cruzando la frontera con destino a Bariloche.
En el camino hicimos una parada en una pequeña cafetería llamada Café Interlagos,
donde tuvimos la oportunidad de conversar con su amable dueña y disfrutar de un excelente café.
Ella nos contó que por allí pasó el actor Ewan McGregor cuando realizó su documental en moto por Sudamérica,
llamado Long Way Up.
Finalmente, tras muchas horas de viaje donde pudimos apreciar paisajes impresionantes y aves exóticas de la Patagonia como el carancho,
llegamos a Bariloche.
Esta ciudad, ubicada en la provincia de Río Negro,
es famosa por sus paisajes de montañas,
lagos y bosques.
Aquí recorrimos el Circuito Chico, que nos permitió disfrutar de impresionantes miradores con vistas panorámicas de lagos y montañas.
Durante nuestra estancia visitamos un encantador restaurante llamado Patacón,
conocido por su hermosa arquitectura de madera y por donde el expresidente Bill Clinton se ha dejado ver en alguna ocasión.
Aquí disfrutamos de platos típicos como cordero y carne,
deleitando nuestro paladar con sabores auténticos de la región.
Para completar nuestra experiencia en Bariloche subimos en las aerosillas del Cerro Campanario,
una de las atracciones más populares de la ciudad.
Desde la cima contemplamos vistas impresionantes de los lagos y las montañas cubiertas de nieve.
Este fue un día soleado y pudimos apreciar la nieve derritiéndose sobre los picos como un helado cremoso.
El colorido y los paisajes creaban unas postales inolvidables.
Concluyendo nuestro emocionante recorrido queremos invitarte a dejarnos un like y suscribirte y así apoyar nuestro canal para poder brindarte más experiencias fascinantes.
Además contadnos en los comentarios dónde os gustaría que viajásemos la próxima vez.
Esperamos que hayáis disfrutado de esta travesía por la increíble Patagonia tanto como nosotros.
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