西语助手
2022-06-24
Liberador, mágico, purificador.
El fuego es desde la noche de los tiempos vehículo ritual para rendir culto al sol,
proveedor de vida para los hombres y la naturaleza.
Los primeros observadores se dieron cuenta de la enorme devastación que supondría que su luz menguara.
Así durante el solsticio de verano, el día cuya noche es más corta,
encendían hogueras para darle fuerzas anhelando que su brillo no se extinguiera.
El 23 de junio se celebra la Noche de San Juan,
momento para alejar a los malos espíritus,
renovar nuestras vidas y atraer la buena suerte.
Encendemos hogueras, saltamos sobre ellas y nos bañamos en el mar a medianoche,
la noche más corta del año.
Se mueve entre lo esotérico y lo místico y se remonta a antiguos ritos paganos,
ritos como el Inti Raymi o Fiesta del Sol en Quechua que los incas festejaban durante 15 días con danzas,
ceremonias y sacrificios.
Tuvo su aparición alrededor de 1430 con el inca Pachacútec congregando hasta 50.000 personas llegadas desde todos los puntos del imperio.
Otros como el Alban Heruin de los druidas consistía en encender pilas para así obtener la bendición de las cosechas.
Igualmente el agua era un símbolo crucial de este festival,
ya que tenía poderes curativos, atraía juventud y belleza y significaba fuente de fertilidad.
En el norte de África, países como Marruecos y Argelia,
celebran desde hace siglos la festividad del Ansara.
Los bereberes se reunían en las plazas de los pueblos y purificaban como cosechas,
casas y objetos de valor.
En época romana, durante esta noche se conmemoraba el matrimonio de los dioses Júpiter y Juno,
siendo este mes ideal para los matrimonios y la fecundidad.
La tradición mandaba a mantenerse toda la noche despierto e iluminar las casas con antorchas y era costumbre saltar tres veces sobre las brasas.
Con la llegada del Cristianismo muchos de estos rituales paganos se adaptaron a las enseñanzas bíblicas.
Zacarías recibió en sueños al Arcángel San Gabriel anunciándole su futura paternidad,
pero convencido de que su mujer no podía engendrar, no le creyó.
Dios castigó su incredulidad dejándole mudo hasta que milagrosamente recuperó el habla al nacer su hijo Juan Bautista.
En agradecimiento Zacarías encendió una hoguera y para purificarse saltó sobre ella instaurando así lo que hoy en día conocemos como la Noche de San Juan.
沙发还没有被抢走,赶紧过来坐会吧