西语助手
2019-08-19
Uno de los lugares poblados más remotos del mundo es Rapa Nui, más conocida como Isla de Pascua .
Se encuentra a 3.600 kilómetros de la costa de Chile, país al que pertenece.
Esta pequeña isla, de poco más de 160 km2, y de unos 6.000 habitantes, ha fascinado a todos durante años por sus misteriosas estatuas, descubiertas a principios del siglo XVIII.
El domingo 5 de abril de 1722, el navegante neerlandés Jakob Roggeveen llegó a este territorio durante su viaje por Oceanía, y lo bautizó como "Isla de Pascua" por coincidir con el día de esta festividad.
Aunque aparentemente se trataba de un lugar normal y corriente, el equipo se quedó asombrado tras descubrir casi un millar de enigmáticas estatuas repartidas por toda la isla Estas estatuas, conocidas como moáis, son gigantescas esculturas de piedra volcánica con forma humana, que pueden ir desde los tres hasta los diez metros o más.
Y no solo destacan en altura, sino que su peso puede llegar hasta las ochenta toneladas en algunos casos.
Se tallaban directamente sobre la piedra, extraída de las proximidades del cráter volcánico de la isla .
Primero se esculpía la parte frontal y después se cincelaba la trasera, para desprenderla de la roca.
Una vez acabada, se deslizaba el moái por la ladera mediante un sistema de maderas y cuerdas, para después depositarlo en un hoyo que le permitiera mantenerse en pie.
Aún no se sabe a ciencia cierta cómo pudieron trasladar unas figuras tan grandes y pesadas.
Se piensa que los pobladores las llevaban balanceándolas lateralmente sobre su base al mismo tiempo que tiraban de ellas hacia adelante, ayudándose con un soporte de troncos o un sistema de trineos.
Los historiadores creen que estas estatuas, construidas entre el 700 y el 1.600 d. C. , representan a los dioses de los primeros pobladores de la isla.
Aunque también podrían tratarse de sus antepasados más importantes, que tras morir extendían su poder espiritual mediante los moáis para protegerlos.
Muchos se han preguntado cómo una población tan pequeña fue capaz de levantar más de 900 figuras de estas características.
Y se ha llegado a la conclusión de que los 3.000 habitantes de la isla con los que se toparon los navegantes europeos no habrían sido suficientes.
Una de las teorías sugiere que en la Isla de Pascua llegaron a convivir más de 15.000 personas en su máximo apogeo, que sí habrían sido capaces de construir tantos moáis.
Pero… ¿qué pasó para que la población se redujese tan drásticamente en tan poco tiempo?
Se cree que al principio la isla era rica en recursos, que sus habitantes fueron utilizando a medida que la población crecía.
Pero cuanta más gente había, más suelo y madera se necesitaba para cultivar, cazar y pescar.
Esto, sumado a una competencia entre clanes para ver quién construía los moáis más majestuosos, produjo una sobreexplotación de los recursos de la isla.
La poca materia prima que quedaba se destinó al levantamiento de las figuras, impidiendo construir viviendas en las que resguardarse y barcos con los que pescar.
Y la tala de bosques hizo que el suelo se erosionara, dificultando el cultivo y dando lugar a una fuerte hambruna.
Esto dio lugar a fuertes conflictos entre sus habitantes, a la aparición de la esclavitud y probablemente del canibalismo.
Como se trataba de un sitio aislado la población no pudo escapar, por lo que quedó condenada a morir tras el colapso de su sociedad.
La Isla de Pascua y la imprudencia de sus moradores nos ha dejado un fascinante y enigmático legado en forma de moáis, testigos de la destrucción de su propio pueblo.
Esto debería servirnos de recordatorio de lo que puede pasar si no usamos de forma racional los recursos de nuestro planeta.
Así que ya sabéis, tiktakers, ¡cuidémoslo!
沙发还没有被抢走,赶紧过来坐会吧