西语助手
2020-03-21
Comienza con una simple tos.
Y antes de que sepas qué tienes, millones de personas ya están infectadas.
No se detendrá allí.
Podría crecer hasta que miles de millones de personas se enfermen, cancelen los vuelos, pongan en cuarentena las ciudades y los hospitales no den abasto.
Esto es lo que conocemos como una pandemia global.
¿Podríamos vivir algo así?
¿Cómo afectaría a nuestra civilización?
¿Cómo puede suceder algo así?
¿Y cómo poderías evitarlo?
Esto es ¿Qué pasaría si… ?
Y esto es lo que sucedería si surgiera una pandemia global.
Las pandemias globales no son algo nuevo para la raza humana.
Una como esta surgió en 1918 y fue conocida como la Gripe Española.
Se contagió un tercio de la población mundial y acabó con la vida de alrededor de 50 millones de personas.
Así que, antes de que comencemos a enloquecer por el fin del mundo, puedes tranquilizarte un poco al saber que, lo más seguro, es que no signifique el fin de nuestra civilización.
Pero eso no significa que no haya consecuencias.
Antes de que exploremos lo que podría pasar, preguntémonos cómo comenzaría una pandemia.
Las grandes epidemias del pasado, como la Gripe Española o el SARS en 2003, comenzaron con una cepa de influenza o gripe.
Hay dos tipos principales de influenza.
El tipo A proviene generalmente de animales, entre ellos aves, gatos, cerdos y caballos.
Y el tipo B, de virus que solo son comunes en humanos.
Los síntomas de un virus como este son similares a lo que ya hemos experimentado: flujo nasal, fiebre, dolor de cabeza.
Es decir, los síntomas generales de un resfriado.
Pero, en otros casos, la influenza también puede derivar en problemas respiratorios, falla renal e incluso la muerte.
Aunque debes tener en cuenta que no siempre esto sucede.
Más de 2.500 millones de personas podrían contagiarse de una enfermedad como esta.
¿Por qué tantas?
Bueno, lo más importante sobre estas cepas de influenza es que pueden propagarse a través del aire.
Si alguien está contagiado y respira en tu dirección, podrías inhalar gotas microscópicas de agua que contienen el virus.
O si tocas una superficie con el virus y, luego, tocas tu rostro, también podrías contagiarte.
Incluso podrías no sentir los síntomas de la influenza inmediatamente.
Podría tomar algunas horas o hasta dos semanas.
Esto significa que podrías interactuar normalmente con las personas, sin saber que las estás contagiando.
Actualmente, el mundo es muy diferente al que había durante la Gripe Española de 1918.
Además de tener una población mucho mayor, también vivimos de manera muy diferente.
Las ciudades son más densas, con lugares como Bombay que tiene cerca de 24.000 habitantes por kilómetro cuadrado.
Con más gente en menor espacio, podemos infectarnos más fácilmente.
Y no solo eso.
Ahora viajamos por el mundo con mayor facilidad.
Las personas que no saben que tienen el virus pueden llevarlo rápidamente al otro lado del mundo.
Este nuevo virus se pasaría a una sola persona, que lo pasaría a otra y a otra, y a otra… Con el tiempo, se infectarían millones.
Y mientras eso sucede, los aviones volverían a tierra y países enteros entrarían en cuarentena.
Si todo se pusiera muy mal, incluso no podríamos abandonar nuestros hogares, ante el riesgo de contagiarnos o contagiar a otros.
Ser auxiliado en un hospital también podría ser muy difícil.
Con miles de millones de personas infectadas, es poco probable que los hospitales den abasto para atender a todo el mundo.
Si estuviéramos lidiando con una pandemia que se propagara como la Gripe Española, podríamos anticipar que habría entre 200 y 425 millones de muertes.
Y esta cifra sale de 2.500 millones de personas contagiadas.
Pero ¿qué tan probable es un escenario como este?
Bueno, es difícil saberlo.
Los expertos aseguran que ya es tiempo de que la humanidad viva una pandemia.
Sucedió hace cien años con la Gripe Española y antes con la plaga bubónica en 1347.
Infortunadamente, este tipo de pandemias son parte de la realidad de nuestra civilización.
Pero eso no significa que una pandemia hoy en día sea tan terrible como la Gripe Española.
Aunque la enfermedad podría propagarse de manera más eficiente, también sería más fácil de curar.
Aunque una pandemia implica que puedes tener poca o nada de inmunidad al virus, los doctores pueden desarrollar una vacuna.
Actualmente, con más tecnología y una comunicación prácticamente sin interrupciones, los científicos de todo el mundo pueden trabajar juntos.
Podría haber doctores en Nueva York hablando con investigadores en China en la búsqueda de una solución para una eventual pandemia.
Definitivamente no sería fácil y tomaría hasta un año.
Pero, eventualmente, surgiría una vacuna.
El siguiente problema sería su distribución.
Si los países no quieren trabajar juntos para distribuir las vacunas de manera justa, podrían darse conflictos graves.
Pero si asumimos que logran trabajar juntos, con el tiempo podrían detener la pandemia.
Con suerte, algo así no sucederá.
Después de todo, hacemos un mejor monitoreo de los animales y de sus enfermedades como nunca.
Y al conocer las consecuencias de una pandemia real, podríamos detener la propagación de los contagios, antes de que se salgan de control.
¿Y cómo podemos evitar algo como esto?
Bueno, según expertos de la salud, las reglas son muy simples.
Así como evitamos contagiarnos de gripe, debemos lavarnos las manos frecuentemente y alejarnos de la gente que tose o estornuda.
Si te sientes enfermo, debes ver un doctor tan pronto como sea posible.
Y recuerda toser y estornudar en un pañuelo. . .
o con el brazo sobre tu rostro.
Aunque no todo el mundo termine muriendo en este escenario, habría un fuerte impacto social.
Y si el mundo está dispuesto a trabajar y a cooperar conjuntamente, la posibilidad de una nueva pandemia podría ser muy sombría.
¿Sabes qué no sería nada sombrío?
¿Un viaje a Marte, tal vez?
Pero dejemos esa historia para otro episodio de ¿Qué pasaría si… ?
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