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COMO se HACEN los FIDEOS INSTANTÁNEOS🍜| Como se FABRICAN las SOPAS INSTANTÁNEAS MARUCHAN

Cada año se consumen alrededor de 100 mil millones de paquetes de fideos instantáneos en todo el mundo.

Eso es casi trece paquetes para cada persona en el planeta.

Pero, ¿cómo se transforma la harina de trigo en un tazón caliente de deliciosos fideos?

Descubre el fascinante mundo detrás de tus fideos instantáneos favoritos.

¿Alguna vez te has detenido mientras disfrutas de ese reconfortante tazón de fideos instantáneos para preguntarte cómo llegaron allí?

En realidad, ese humilde bloque de fideos es el resultado de un proceso de producción fascinante.

En las fábricas de fideos instantáneos,
se despliega una coreografía perfecta de maquinaria de vanguardia y habilidad artesanal para crear el alimento rápido y delicioso que tanto disfrutas.

Este alimento rápido y conveniente, que se transforma de un bloque seco a una sopa reconfortante en cuestión de minutos,
fue reconocido como la mayor invención japonesa del siglo XX.

Y no es de extrañar, ya que ha salvado a muchos estudiantes y personas ocupadas del hambre cuando el tiempo es escaso.

El inventor de los fideos instantáneos,
Momofuku Ando, se sintió inspirado para crear este alimento después de ver a la gente hacer fila para conseguir un tazón de fideos ramen durante la posguerra en Japón.
Su idea era ofrecer un alimento nutritivo,
fácil de preparar y accesible para todos que pudiera ayudar a aliviar el hambre en tiempos difíciles.

De este deseo nacieron los fideos instantáneos.

Todo comienza con la materia prima, la harina de trigo.

Esta es cargada en grandes mezcladoras industriales que funcionan sin cesar,
procesando toneladas de harina al día.

Se mezcla la harina con agua y sal,
creando una pasta elástica y resistente,
esencial para los futuros fideos.

Este es un proceso cuidadosamente calibrado,
el equilibrio adecuado de humedad es crucial,
para que los fideos mantengan su forma y textura.

Después del amasado, la masa se deja reposar durante un periodo determinado.

Este tiempo de reposo permite que el gluten se relaje y la masa se vuelva más maleable,
lo que facilita el proceso de laminado y corte posterior.

Una vez obtenida la masa perfecta, pasa por una serie de rodillos que la aplastan,
afinándola hasta conseguir la finura deseada.

La masa, que inicialmente podría ser más gruesa que tu brazo,
se convierte en una fina lámina más delgada que un papel de arroz.

Este proceso no solo determina el grosor final de los fideos,
sino que también contribuye a su textura única.

El paso por los rodillos ayuda a desarrollar el gluten en la harina,
lo que aporta a los fideos su característica elasticidad.

A medida que la masa se pasa repetidamente a través de los rodillos,
se va estirando y adelgazando hasta obtener la espesura adecuada para los fideos instantáneos.

Ya convertida en una fina lámina, la masa se dirige a las máquinas cortadoras,
donde se cortan fideos.

Este proceso, si bien parece sencillo,
es un punto de inflexión en la fabricación de fideos instantáneos.

Aquí es donde se define la longitud y la anchura de los fideos.

Cada cortadora está equipada con una matriz de cuchillas,
que se pueden ajustar para producir fideos de diversas formas y tamaños,
desde los finos hilos de la sopa ramen,
hasta los fideos más anchos y planos de la pasta udón.

Dependiendo del tipo de fideo instantáneo que se esté produciendo,
la máquina cortadora puede tener diferentes configuraciones de cuchillas para crear formas específicas.

Tras el corte, los fideos aún no están listos para la sopa.

Los fideos se separan y se recolectan en bandejas o transportadores.

En esta etapa, es posible que se aplique un recubrimiento de almidón o talco a los fideos para evitar que se peguen entre sí.

En realidad, están demasiado húmedos y blandos para aguantar en la despensa.

Para solucionar esto, los fideos pasan por un proceso de vaporización,
donde son cocidos al vapor a elevada temperatura,
lo que ayuda a desarrollar su sabor y textura final.

A continuación, se someten a un proceso de fritura rápida,
que extrae la humedad y los hace crujientes,
facilitando su almacenamiento a largo plazo.

Este proceso rápido de cocción tiene como objetivo estabilizar la estructura de los fideos y eliminar el exceso de almidón superficial.

La temperatura y el tiempo de precocinado pueden variar según el fabricante y el tipo de fideos instantáneos que se estén produciendo.

Después del precocinado, los fideos se someten a un proceso de enjuague con agua fría para detener la cocción y reducir su temperatura.

Esto ayuda a mantener la textura adecuada de los fideos y evita que se vuelvan blandos.

Una vez que los fideos se han enjuagado y enfriado, se drenan para eliminar el exceso de agua.

Los fideos se someten a un proceso de secado para eliminar la humedad restante.

Este proceso puede llevarse a cabo mediante secado al aire o mediante el uso de aire caliente controlado.

En el caso del secado al aire, los fideos se colocan en áreas con buena circulación de aire,
para permitir que la humedad se evapore gradualmente.

Durante el proceso de secado, se controla cuidadosamente la temperatura y el tiempo para evitar el sobrecalentamiento o el secado insuficiente de los fideos.

El resultado es ese bloque familiar de fideos secos y compactos,
listos para ser revividos con un poco de agua caliente.

Una parte intrigante del proceso es la formación de los bloques de fideos.

Tras la vaporización y la fritura, los fideos se colocan en moldes que le dan su forma cuadrada o circular,
característica de los fideos instantáneos que conocemos.

Estos pasos conforman solo la mitad del viaje que recorren los fideos antes de llegar a tu tazón.

Cada proceso está diseñado con la precisión de una orquesta bien ensayada,
garantizando que cada paquete de fideos instantáneos ofrezca la misma experiencia satisfactoria.

Pero ¿qué pasa después de que los fideos están secos y listos para empaquetar?

La respuesta está en los aderezos y condimentos que dan a cada tazón de fideos instantáneos su sabor y personalidad únicos.

Mientras que el bloque de fideos se mantiene básicamente igual en cada una de las marcas,
el caldo y los condimentos son los que hacen que cada paquete sea diferente.

Los caldos de los fideos instantáneos pueden ser de lo más variados,
desde el clásico caldo de pollo, hasta el rico y picante kimchi.

Cada caldo se prepara por separado, en enormes calderas que pueden contener hasta miles de litros de sopa a la vez.

Las especias, los ingredientes aromáticos y las proteínas se cuecen juntos a fuego lento,
dando lugar a un líquido rico y concentrado que posteriormente se deshidrata y se convierte en polvo.

Estos condimentos secos no sólo añaden sabor,
sino también textura y color a la sopa final,
haciendo de cada tazón un festín para los sentidos.

Una vez que los caldos y condimentos están listos,
llega el momento de empaquetarlos junto con los fideos.

Los bloques de fideos, el caldo en polvo y los condimentos secos se colocan juntos en paquetes individuales.

Esto no sólo mantiene todos los componentes juntos,
sino que también asegura la frescura de los ingredientes.

Una vez empaquetados, los fideos están listos para ser enviados a tiendas de todo el mundo,
esperando el momento en que alguien los agregue a una taza de agua caliente,
devolviéndoles la vida.

Entonces la próxima vez que te sientes a disfrutar de un tazón de fideos instantáneos,
recuerda el increíble viaje que han recorrido desde el molino de harina hasta tu taza.

Y por supuesto no olvides apreciar la maravilla de la ciencia y la ingeniería que hacen posible este milagro culinario.

El diseño del empaque de los fideos instantáneos no sólo es estéticamente agradable,
sino que también es funcional.

El papel de aluminio interno mantiene los fideos frescos y protegidos de la luz,
la humedad y los microorganismos.

Algunos envases están diseñados para servir como un tazón temporal,
permitiendo la preparación y el consumo de los fideos en el mismo empaque.

Para asegurar que cada paquete de fideos instantáneos llega a ti en perfecto estado,
las compañías implementan rigurosos controles de calidad.

Los productos se someten a pruebas de resistencia,
inspecciones visuales y lo más importante,
pruebas de sabor.

Un equipo de catadores expertos prueba cada lote de fideos y caldos para garantizar que cumplen con las expectativas de sabor.

Ahora bien, a pesar de su comodidad y popularidad,
también es cierto que los fideos instantáneos han sido objeto de críticas debido a sus niveles de sodio y a su contenido en grasas trans.

En este sentido, la industria ha trabajado para reducir el contenido de sal y eliminar las grasas trans de sus productos.

Algunas marcas han lanzado líneas de fideos con menor contenido de sodio,
más fibra y versiones sin gluten.

Así los fideos instantáneos evolucionan para adaptarse a las necesidades y demandas cambiantes de los consumidores,
sin renunciar a su esencia, ser una comida rápida y fácil de preparar.